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El juez 28 de lo Penal dictó 27 años y seis meses de prisión contra Alejo Guzmán Flores, pariente de la tristemente célebre familia Flores Carreto, dedicada a la explotación sexual y trata de personas.

Guzmán Flores, El Chuma, originario de Tenancingo, Tlaxcala, fue detenido en 2008 por ahorcar a una jovencita que intentó rebelarse para obtener su libertad.

Aunque la Procuraduría capitalina dijo tener pruebas de que se trataba de un individuo que traficaba con infantes, sobre de todo de Tijuana y la ciudad de México, y se dedicaba a la pornografía infantil, Alejo fue sentenciado sólo por lenocinio y delincuencia organizada; sin embargo, no se le impuso la pena máxima.

Su cómplice y primo, Higinio Flores Torres o José Higinio Torres Flores, recibió cinco años y seis meses de prisión, aunque se le encontró culpable de la comisión de los delitos de lenocinio agravado y delincuencia organizada, ambos considerados graves; además se le impuso una multa de menos de 20 mil pesos.

El Chuma o El Güero, operaba, sobre todo, en la zona de La Merced.

El 16 de julio de 2006, junto con Higinio Flores y tres jovencitas, llegó a una fiesta donde una de ellas expresó a Alejo Guzmán su rechazo a prostituirse más; como respuesta la mujer fue golpeada y ahorcada con las propias manos del individuo.

El asesino metió el cadáver de la víctima en la cajuela de un vehículo Jetta, y en el desnivel de avenida Congreso de la Unión, esquina Río Consulado, donde lo roció de gasolina y calcinó. Una joven testigo de los hechos lo denunció. El 25 de marzo de 2008, fue detenido en Puebla.