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Las siete distintas identidades del agresor de Salvador Cabañas, refuerzan hipótesis de que el llamado El J.J. o El Modelo, pertenece a la delincuencia organizada, aunado a que uno de sus amigos fue quien le propinó el arma con la que disparó al futbolista.

Las investigaciones de la Procuraduría capitalina no sólo van tras el rastro del agresor y de su escolta, sino de un sujeto señalado como Alger Falcón, quien según declaraciones de uno de los siete empleados arraigados, fue quien ingresó con el arma de fuego. Semanas anteriores Alger Falcón había protagonizado una riña al interior del lugar. El subprocurador de Averiguaciones Desconcentradas, Genero Vásquez, dijo que no había más detalles de ese individuo.

En la averiguación previa, uno de los dos cadeneros, Édgar López Luna, refirió que Falcón fue quien ingresó armado al Bar Bar, con el consentimiento de Carlos Cázares Ocaña, gerente del establecimiento.

De esa manera fue como El J.J. se hizo de la pistola calibre .25, con la que hirió al delantero del América.

Siete personalidades

La Procuraduría capitalina desplazó a elementos de la Policía Investigadora a las distintas direcciones que dio El J.J. en varios documentos con los que se acreditaba con distintos nombres, situación que vislumbra sus vínculos con la delincuencia.

Entre sus supuestos domicilios están en la delegación Iztacalco, en Barrio Santiago Sur; en la colonia Del Valle, en Benito Juárez; y en la colonia Prados Campestre, en Querétaro.

Las direcciones señaladas fueron falsas, y fue gracias a la llamada del dueño de una casa ubicada en Tecamachalco, como se supo cuál era su residencia, en donde se encontraron los documentos apócrifos. Entre los nombres que ha utilizado están Jorge Díaz Treviño, Maximiliano Peralta Sáenz, Jorge Antonio Madrid González, Jorge Alberto Bustani Clarion y Juan Carlos González Chávez.