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Con el sonar de las trompetas de la banda de guerra se dio inicio a la ceremonia solemne en la que el Gobierno del Distrito Federal reconoció a 106 héroes que participaron en el rescate de personas tras la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa.

En el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, que en esta ocasión fue enmarcado por imágenes a gran escala como recuerdo de la explosión del 29 de enero, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, entregó medallas a bomberos, policías, enfermeras, doctores y personal de emergencias, como reconocimiento por su participación en las acciones de rescate.

Ataviado con traje negro y corbata a juego, como símbolo de luto, el mandatario se colocó al centro del escenario, en ocasiones acompañado por algún integrante de su gabinete, para entregar las condecoraciones.

“La Ciudad de México vivió un momento muy complicado, un momento de zozobra, un momento de peligro, donde los cuerpos de seguridad de esta capital fueron nuevamente puestos a prueba.

“Hoy quiero reconocer a todos y cada uno de los que participaron de manera decidida en las labores de rescate, a todos y cada uno de los que más allá del cumplimiento del deber, entregaron su vida”, dijo.

Uno de los momento más emotivos fue cuando los familiares de las enfermeras Mónica Orta y Ana Lilia Gutiérrez, y del camillero Jorge Luis Tinoco —quienes fallecieron por la explosión— recibieron el reconocimiento.

“A los familiares de cada una de las víctimas nuestro compromiso de apoyo decidido, cada uno de los titulares de los diferentes cuerpos de seguridad y de trabajo de esta capital tiene instrucciones precisas para no escatimar los apoyos a todas y cada una de las personas que intervinieron, ni en los reconocimientos, ni por supuesto, en todo lo que se requiera”.

Y reiteró: “Exhorto e instruyo a mis compañeros de gobierno para que no escatimen el apoyo a cada una de las víctimas, a cada uno de los familiares y quienes no lo hagan así, van a encontrar la respuesta del gobierno”.

Entre los galardonados también estuvo el “niño topo”. El pequeño Jonathan Tobón, quien en medio de la tragedia se convirtió en el héroe más joven y que ayer, con una enorme sonrisa, se colocó frente al mandatario, agachó su cabeza y esperó a que le colocaran la cinta negra de la cual pendía la medalla plateada.

Con expresión seria, triste si es que cabe la expresión, Miguel Ángel Mancera dedicó casi siete minutos para recordar la explosión en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, que a la fecha ha dejado como saldo cinco personas muertas (tres adultos y dos recién nacidos) y 12 personas que aún permanecen hospitalizadas.

“A nuestros héroes, muchas gracias por su entrega”, agregó.