Posible crimen pasional, caso de edecán: PGJDF
INVESTIGACIÓN. Al momento de su desaparición Carmen Yariria Esparza Noriega trabajaba como hostess y estudiaba actuación. (Foto: ESPECIAL )
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El homicidio de Carmen Yarira Esparza Noriega, quien fue reportada como desaparecida en febrero del año pasado y encontrada a finales de diciembre en la cisterna del edificio donde vivía, en la delegación Cuauhtémoc, podría ser de tipo pasional.
Los investigadores de la PGJDF descubrieron que la renta del departamento que la mujer habitaba la pagaba un empresario con el que sostuvo una relación sentimental.
Aunque ese empresario es uno de los sospechosos, los agentes supieron, por las declaraciones de los conocidos de la víctima, que al momento de su desaparición Carmen Yarira sostenía una relación con un abogado, quien supuestamente le había ofrecido mudarse a otro sitio para que cortara todo contacto con el empresario.
La Procuraduría capitalina sabe que la joven mantenía contacto con otro hombre, al que frecuentaba en el gimnasio al que asistía.
Trabajaba como hostess
Carmen Yarira, quien tenía 27 años cuando fue asesinada, trabajaba como hostess y además estudiaba actuación en Casa Azul, de la empresa Argos, pues su sueño era convertirse en actriz.
Ayer, la PGJDF indicó que está a la espera de la ampliación del protocolo de necropsia para determinar la causa real de la muerte. El primer informe indica que la joven falleció de asfixia por estrangulamiento.
Carmen Yarira era sicóloga de profesión y desapareció el 18 de febrero de 2014. Las últimas personas que la vieron indicaron que aparentemente salió del edificio donde vivía, en el número 89 de la calle Río Atoyac, en la colonia Cuauhtémoc, para dirigirse al gimnasio, pues vestía pants y tenis.
La desaparición
Dentro de las investigaciones se descubrió que la joven tenía una comunicación constante con su familia, pues era oriunda de Cancún y llevaba varios meses viviendo sola en la ciudad de México. Cuando su familia no supo nada de ella en varios días fueron a buscarla al departamento ubicado en el condominio Grand Chapultepec, donde vivía.
Cuando ingresaron al departamento descubrieron que todo estaba en orden, no parecía que nadie hubiese entrado a la fuerza y tampoco faltaban pertenencias de la joven.
Sus vecinos, quienes fueron interrogados por la familia de Carmen, aseguraron no saber de su paredero, por lo que la búsqueda se intensificó, pues por creyeron que había sido secuestrada por una red de trata de personas.
Así, acudieron a la Comisión Unidos contra la Trata, donde la predidenta de dicho organismo, Rosi Orozco, se unió a la búsqueda.
Por medio de las redes sociales alertaron sobre su desaparición, hicieron públicas fotografías de la joven con distintos atuendos. Su hermana Mónica Esparza Noriega publicó en su cuenta de Facebook la situación de desaparecida en que se encontraba Carmen. No obtuvieron respuesta.
La edecán no apareció hasta ocho meses más tarde, cuando su cuerpo fue encontrado el 23 de diciembre pasado dentro de la cisterna del edificio que habitaba. Según su ficha de búsqueda emitida por el Centro de Apoyo a Personas Extravíadas o Ausentes (CAPEA), el cuerpo de Carmen fue reconocido, a pesar de su estado en descomposición, por las diversas cirugías estéticas que tenía en el cuerpo.
Según las autoridades, se desconoce el móvil de la muerte de la edecán y no hay indicios de quién pudo haber sido el asesino, aunque las investigaciones continúan. Ahora se analizará a las personas con las que Carmen salía para intentar determinar así al posible responsable de su muerte.