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La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) exhortó a la procuraduría capitalina a que ya no difunda imágenes o fotografías de la joven que el pasado fin de semana logró escapar del negocio denominado Planchaduría Express, donde según la víctima estuvo secuestrada y en situación de esclavitud por casi dos años.

El documento lo hizo llegar la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) el pasado martes, junto con otras cinco medidas precautorias, todas en relación con la protección de la identidad de la joven, para evitar la difusión de su rostro y de esta manera evitar su revictimización; pues, a consideración del organismo, se ha sobreexpuesto a la mujer por lo que podría sufrir represalias en caso de ser identificada por familiares o conocidos de sus captores.

En este sentido, la CDHDF dio a conocer que abrió de oficio una investigación en torno al caso, pues aunque la procuraduría capitalina dio a conocer que la joven esclava —quien pidió ser identificada como Zunduri— se encuentra a salvo en un refugio secreto, precisamente para protegerla, llama la atención del organismo que constantemente la joven aparece en entrevistas televisivas, faltando a los protocolos de protección de identidad de víctimas de trata, secuestro o, como en este caso, esclavitud.

Se deslinda de difusión de video

Por su parte, el departamento de Comunicación Social de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) explicó que la dependencia no fue la encargada de difundir el video donde Zunduri recorría el lugar donde estuvo secuestrada, detallaba la manera en que la encadenaban y cómo la golpeaban los propietarios del negocio.

El argumento de la procuraduría local es que la menor es “asesorada” por una organización civil, quien se encarga de organizarle las entrevistas y aparentemente de hacer públicas las imágenes, de cualquier manera dejan en claro que la menor sigue bajo el resguardo de la dependencia investigadora y que recibe las atenciones médicas, sicológicas y atenciones necesarias para su reinserción a la sociedad.