"Un mal necesario, la gasera, para los habitantes del sur"
Video. Toribio Guzmán, propietario de una gasera clandestina ubicada sobre la carretera federal a Cuernavaca, dijo que es la única manera en que los habitantes de escasos recursos puedan tener el combustible para hacer su vida diaria
POSTURA. El propietario de gasera clandestina en Totoltepec afirmó que en 15 años que tiene vendiendo el combustible no ha ocurrido "ningún accidente". (Foto: ADRIÁN HERNÁNDEZ / EL UNIVERSAL )
david.fuentes@eluniversal.com.mx
El propietario de la gasera clandestina ubicada en la carretera federal a Cuernavaca a la altura del kilómetro 24 en el pueblo de San Andrés Totoltepec en Tlalpan, dijo que tiene los documentos y permisos necesarios, los cuales les fueron expedidos hace 15 años, para seguir vendiendo el energético y “beneficiar a los habitantes”.
Toribio Guzmán, en entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que la venta irregular de gas en la zona sur del DF “es un mal necesario”, ya que es la única manera en la que los habitantes de escasos recursos pueden tener el combustible para hacer su vida diaria o mantener los negocios”.
Anunció que compró mil cilindros de gas de diferentes tamaños.
“Se puede decir que este negocio es un mal necesario, es como los taxis piratas. La gente los necesita y si las autoridades no pueden proporcionar el servicio o ponen muchas trabas, pues alguien lo tiene que hacer; aquí tenemos 15 años y nunca hemos tenido un accidente, todo es muy seguro.
“La gente me considera un benefactor, el servicio que doy es para ellos, le hago un favor porque me traen sus tanques viejos que son un peligro y les doy uno nuevo, entonces… ¿cual es problema?”, se cuestionó
Reveló que en 2010 fue subdelegado del pueblo de San Andrés Totoltepec, por lo que cuenta con el “apoyo incondicional” de los pobladores.
“La gente se molesta cuando cierran este lugar, ya una vez se fueron a manifestar frente a la Secretaría de Energía (Sener) y ahora también quieren hacerlo frente a la escuela Paterson, porque es la que nos está haciendo la grilla”, amagó el entrevistado.
Mientras EL UNIVERSAL realizaba el recorrido en la gasera se constató que, al menos en ese momento, y a pesar de que el contenedor de 5 mil litros que se usa para surtir los cilindros estaba inhabilitado, la gente llegaba y pedía el servicio, “regrese más tarde, ahora no podemos atenderlo”, decía uno de los empleados al tiempo que la fila de pobladores exigiendo el energético crecía.
A pesar que se documentó en fotografía y video que en esta gasera se rellenan los cilindros aún con los sellos de clausura de la Sener y la delegación Tlalpan, el propietario Toribio Guzmán negó los hechos.
—¿Aquí rellenan cilindros?
—No, desde que nos clausuraron se dejó de hacer.
—Tenemos grabado como nos llenaron un cilindro de 30 (litros) y ese día había fila de gente que hacía lo mismo, ¿cómo fue posible eso?
—Yo le digo que eso no pudo ser posible, tal vez alguno de los chavos lo hizo pero no sé cómo, a lo mejor había una pipa y de ahí lo hicieron, trastabillo el propietario.
Anomalías
Testimonios aseguran que solo dos días después de la clausura, el negocio volvió a abrir y a llenar cilindros: “Siempre venimos a comprar aquí, la clausuran uno o dos días, pero luego luego abren”, explicó un cliente quien pidió el anonimato.
En este sentido, Guzmán dijo que seguirá con el negocio y afirmó que la Sener le dará el permiso que necesita para habilitar el contenedor.
“Puede venir la Sener o la delegación, nadie me lo puede impedir, no hay una ley que me diga que estoy cometiendo un delito, por eso no me pueden clausurar ni nada, te repito, acabo de publicar en mi ‘face’ que recién compre mil cilindros y ya la gente me los está pidiendo, en cualquier momento pueden llegar y listo, no le hago daño a nadie.
“Puedes preguntar en todo el pueblo, todos me defienden y hablan bien de aquí, ellos dicen que soy su benefactor”, explicó.
Durante el recorrido se observó que la gasera no tiene extintores como lo indica Protección Civil.
El propietario dijo que él y sus empleados están capacitados para manejar el combustible y atender cualquier contingencia, por lo que dice; “el negocio no representa ningún peligro”.