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Casi 90% de las personas lesionadas por accidentes de Metrobús ocurren al interior de las unidades y no afuera, ya que al frenar la gente se golpea, dijo Jesús Padilla, director de la Asociación Mexicana del Transporte y Movilidad.

Estimó que por cada persona que fallece podrían haber hasta 200 heridos por impactos al interior de la unidad.

En entrevista con EL UNIVERSAL indicó que la mayoría de los accidentes son por imprudencia de los transeúntes y automovilistas, quienes aún no se acostumbran a la forma de circular del Metrobús “y mientras no se vuelva parte de la cultura, por desgracia van a seguir los accidentes, el ejemplo fue la instalación de la Ruta 100 en contraflujo, que dejó muchos decesos que incluso no se contabilizaron”, dijo.

Padilla Zenteno mencionó que una unidad con pasajeros y en movimiento pesa hasta 30 toneladas, por lo que resulta imposible frenar y evitar incidentes ya que para detenerse se requieren por lo menos 50 metros.

El empresario señala que el contraflujo es la principal dirección que genera conflicto “porque la gente voltea y parece que no viene ningún automóvil y al dar el paso no ven que hay un autobús circulando al contrario”.

Indicó que lo mismo sucede con los semáforos, pues la gente cruza cuando todos los vehículos están detenidos sin tomar en cuenta que el semáforo del Metrobús es diferente.

De enero a abril de 2015 el Metrobús se ha visto involucrado en cuatro accidentes automovilísticos que han dejado dos muertos y 28 heridos.

Por ello, el transportista señaló la necesidad de que las empresas de transporte mejoren la capacitación de los operadores y tomen acciones como la colocación de cámaras en la parte de enfrente del autobús.

Dijo que este tipo de urgencias serán discutidas en el 7º Congreso Internacional del Transporte organizado por la Asociación Mexicana del Transporte y la Movilidad que inicia el próximo 23 de abril.

Jesús Padilla comentó que normalmente no hay responsabilidad en los operadores pues se trata de invasiones a la vía, pero cada que pasa un incidente se trabaja con los operadores para que esto sirva como experiencia para todos.

Como parte de la preparación está el proceso de sensibilizarlos para que puedan anticipar riesgos al observar la actuación de los usuarios “esto es por si sienten que alguna persona se va a regresar o si va a correr y que de esta manera puedan ir disminuyendo la velocidad y el peligro”, dijo Zenteno.