johana.robles@eluniversal.com.mx 

La reforma política del Distrito Federal puede convertirse en el sello distintivo de la administración de Miguel Ángel Mancera y 2014 es el año clave para lograrla, de acuerdo con especialistas consultados.

El año pasado, el Senado de la República elaboró un predictamen cuya aprobación fue detenida por la reforma energética. Sin embargo, el senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Alejandro Encinas ha asegurado que hay acuerdo, incluso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para aprobar la propuesta.

Se tiene previsto que la discusión se retome en febrero próximo, cuando arranque el nuevo periodo de sesiones en la Cámara Alta.

De acuerdo con especialistas, la negociación para concretar la reforma política del DF es una “prueba de fuego” para el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, pues tendrá que mostrar su capacidad de negociación.

Por ahora, ha manifestado una buena relación con el Poder Ejecutivo y el partido político del presidente Enrique Peña Nieto (PRI).

Protagonismo sin subordinación

Para Ivonne Acuña, politóloga de la Universidad Iberoamericana, más que urgente, la reforma política ya no tendría que ser aplazada porque es una demanda añeja de los grupos de izquierda que han gobernado la Ciudad de México pues no hay razones de peso para posponerla.

“No es el simple reconocimiento de derechos ciudadanos, son negociaciones políticas. Eso va a ser la prueba de fuego para ver que tan buen negociador es (Mancera) y vamos a medir su fuerza”, expuso.

Delineó que uno de los retos será la transformación, en sí, de que el Distrito Federal se convierta en un estado con los mismos derechos y posibilidades, pero al mismo tiempo, mantener su característica especial de ser la sede de los Poderes Federales.

La relación de Mancera Espinosa con el ejecutivo federal es necesaria, pero, puntualizó la politóloga, lo que no tendría que ser es que sea de subordinación como se ha visto en el último año.

Mientras que para Gerson Melcalco, especialista en comunicación política por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la gestión de Mancera le urge empezar a generar una identidad —que la diferencie de sus antecesores— y la respuesta podría ser la reforma política para el Distrito Federal.

“Qué mejor que catafixiar el trato institucional con el gobierno federal, traducido en acciones como asistir, a la menor provocación, a los eventos del Presidente de la República, a cambio de la tan anhelada reforma histórica en materia política para la capital”, sostuvo.

Buscan retomar análisis

Actualmente el proyecto de reforma política del DF está pendiente en la Comisión del DF en el Senado de la República.

En el último día de sesiones del periodo ordinario de la Cámara Alta, hubo cabildeo político para aprobarla en comisiones. Sin embargo, no se logró.

Está previsto que la discusión se retome en el próximo periodo de sesiones en febrero.

La búsqueda de la Reforma Política para el Distrito Federal también se oficializó en la actual administración capitalina con la creación de un área especializada que está encabezada por Porfirio Muñoz Ledo, así como el surgimiento de un Consejo Consultivo para la Reforma Política del DF.

Fondo de Capitalidad

Por lo pronto, la Ciudad de México ya dio un avance en su reconocimiento como capital del país al conseguir recursos económicos federales adicionales y específicos por esta condición.

Son 3 mil millones de pesos que serán destinados al llamado Fondo de Capitalidad, y que serán usados para diversos proyectos de infraestuctura y movilidad.

Estos fondos fueron producto de la negociación del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), Luis Videgaray, y el respaldo de las bancadas del PRI y el PRD en la Cámara de Diputados.