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Alan ya casi termina su mural en donde antes sólo había una pared blanca. La mezcla de colores simula un espacio donde ahora hay galaxias moradas y anaranjadas, no se sabe si es de día o de noche. El escenario de la pintura se contrapone al ruido de los autos que circulan por Eje 1 Norte, donde basta con ver los alrededores para saber que no todos los transeúntes se sienten seguros al caminar por las calles de Santa María la Ribera.

En la obra que adorna una parte del muro, las figuras de hombres retorcidos simbolizan la falta de valores humanos, por eso son inestables, como si sus músculos resintieran la carencia de dignidad, de educación.

Al lado, un bebé con manos mecánicas también cuestiona la falta de amor corporal por la aparición de las máquinas en la vida humana. Al fondo también hay grafitis, mezcolanzas de técnicas y materiales, todos con nombre y apellido propios, pues sus creadores inscribieron su estilo en cada mural.

Cada obra forma parte del proyecto “Una delegación verde es responsabilidad tuya”, creado por la actual gestión de la delegación Cuauhtémoc. Al ver el mural del parque ubicado sobre Eje 1 Norte —entre Dr. Mariano Azuela y Dr. Enrique González Martínez— todas las pinturas se interconectan, pues parte del proyecto es reflejar algún valor humano.

Alan Negrete, uno de los integrantes, explicó que los creadores del mural de Eje 1 Norte se conocieron en la Academia de San Carlos. Empezaron reuniéndose en un domicilio antes de ser contactados por la demarcación para ejecutar un plan que consiste en la recuperación de espacios olvidados o descuidados mediante la creación de obras artísticas.

“Nos enfocamos en ciertas partes a lo espiritual, de ahí sacamos las ideas para tratar de llegarle a la gente. Son diferentes los murales en los que cada uno de nosotros busca transmitir su mensaje”, comentó.

Los artistas son jóvenes que, unidos en el colectivo Vorágine del 5, muestran sus creaciones en dicho parque donde antes se reunían indigentes y adictos.

Karla Frías García, Luz Araceli Galaviz, Alan Negrete, Iván González, Alfredo Aguirre e Índira Vázquez son algunos de los artistas que, desde hace dos semanas, le dedican varias horas a la recuperación de la zona, gracias a cientos de botes de pintura y más de 200 latas de aerosol.

Iván González tiene en su ropa los restos del trabajo, manchas de pintura vinílica se alcanzan a ver en su pelo largo. Él lleva poco más de tres años en la pintura, conoce la diferencia entre una exposición temporal y una obra que está a la vista de la gente, en su paso por la calle.

Comentó que las pinturas al aire libre crean una conexión con los espectadores, sin importar la edad de éstos o la visión en torno a los valores humanos.

La mayoría de las reacciones han sido buenas, dijo. No obstante, aún es insuficiente el apoyo para los jóvenes creadores. “Estaría bien recuperar varias delegaciones”, señaló tras detallar que se les ha terminado la pintura, les faltan andamios, no hay suficiente material en general, por eso hacen lo que pueden.

Índira Vázquez también trabaja en el mural, ella contribuye con el dibujo de una mujer morena, con los brazos en el pecho. La joven de tez blanca y pelo recogido alza la voz orgullosa y aunque no sabe, en primera instancia, cómo describir su creación, al cabo de unos segundos logra encontrar las palabras justas para detallar la intención de su pintura.

También hay dibujos temáticos, como los de Alfredo Aguirre, quizá uno de los que tiene mayor experiencia, gracias a sus casi 20 años entre latas y aerosoles. Él destacó la bicicleta como móvil de creatividad; personajes en pedales fueron su inspiración.