Taxqueña

En la estación del Metro Taxqueña, de la Línea 2, justo en uno de los puentes que conectan al paradero con la entrada, se encuentra una señora revolviendo la basura . No quiere dar su nombre, pero permite contemplar lo que la rodea: bolsas de plástico y cobijas sucias. Ella está ahí, pese a que la mayoría de los habitantes del lugar son hombres. De acuerdo con la mujer, en las noches, entre las 12 y 1 de la madrugada, es cuando aproximadamente 20 indigentes se sitúan en las inmediaciones del Metro para dormir. Al día siguiente se retiran a trabajar en las esquinas como limpia parabrisas.

La señora es regordeta y de tez morena, lleva su cabello canoso recogido. El lugar donde está situada es la entrada del metro Taxqueña, si bien ahí no duerme, las bolsas y cobijas que hay a su al rededor bloquean aproximadamente un metro y medio del pasillo.

La mujer asegura que algunos de los hombres que viven en las inmediaciones, utilizan cartones a modo de cama, para taparse ocupan cobijas, en el peor de los casos, las hojas de periódico son la mejor opción.

Paseo de la Reforma

El campamento de indigentes que está ubicado sobre avenida Paseo de la Reforma, casi esquina con Magnolia, se encuentra en el patio de un complejo de edificios. Luce solo, únicamente hay dos jovencitas de unos 17 años.

Ambas inhalan solventes. Una mece la carreola de su bebé de dos años. Nos tienen desconfianza. Ellas y otras personas del campamento no quieren darnos una entrevista, hasta que uno se anima a contarnos cómo es la vida en aquel lugar.

De acuerdo con Giovanni, entre 40 y 50 indigentes habitan la zona. El campamento tiene forma oval; alrededor se sitúan los espacios que cada persona utiliza principalmente para dormir, en medio hay una televisión y un DVD para ver películas.

Queremos ingresar al campamento, pero nadie nos invita. Sólo Giovanni nos relata que, a pesar de las carencias económicas, la vida en aquel sitio es tranquila, incluso divertida.

"Cuando es cumpleaños de alguien le hacemos su fiestecita. Traemos unas bocinas, ponemos dos en cada esquina y el estéreo arriba de la mesa", explica.

Durante nuestra entrevista, notamos que la mayoría de las personas que habitan el campamento se drogan con tiner.

Se llevan un puño a la nariz y respiran profundo.

De 10 personas en el lugar, ocho estaban drogadas, incluso Marisol, una joven madre que buscaba refugio en el campamento para ella y su hijo Diego, con el fin de resguardarse de la lluvia.

Insurgentes Norte

Más hacia el norte, paralelos a Insurgentes y cerca del Metro Potrero, de la Línea 3, se ubica un camellón conocido como "El Charco".

Según los indigentes de la zona, los jardineros rompen algunas tuberías por lo que se forman pozos de agua que utilizan para lavar ropa, bañarse y beber.

El lugar está delimitado por rejas y arbustos. A uno de ellos llega un joven quien amarra bolsas negras a modo de cortina, con el fin de resguardar el espacio que utilizará para bañarse.

Toma agua de uno de los pozos para a asearse. Asegura que no le gusta estar sucio.

La Condesa

El pasado viernes 2 de mayo, EL UNIVERSAL publicó la historia de Mario López, una persona en situación de calle que habita en la colonia La Condesa y quien explicó que para vivir en esa zona de la ciudad de México, se tienen que seguir reglas de vecinos y policías capitalinos.

Por ello, uno de los requisitos si es que desean transitar por lugares como El Parque México es necesario que trabajen, que no se drogen ni alcoholicen.

Tampoco deben tirar basura en la vía pública y es necesario que se bañen todos los días. para dormir se cubren únicamente con una cobija individual, no usan periódico ni cartón.

Para ello, los indigentes de La Condesa utilizan un SaniRent (servicio de sanitarios portátiles) e incluso, el agua de las fuentes de los parques.

Para dormir, estas personas se ubican en las calles cercanas a Insurgentes, como Teotihuacán y Amsterdam. Pueden comprar cafés en los Oxxo.

Las tardes de estos indigentes transcurren en el Parque México, donde decoran plumas o tejen pulseras para poder ganar dinero y mantenerse.