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Superar abordo de un auto el cruce de Universidad y Miguel Ángel de Quevedo en la delegación Coyoacán, resulta todo un reto, debido a la concentración de varias bases de transporte público, un sitio de taxis, el paso de una ruta del trolebús y el cruce constante de peatones.

Al recorrer la zona en “hora pico” durante la mañana, se observó que aunque algunos choferes de las rutas 41 y 66 se apegan a ocupar sólo la lateral, hay otros que se detienen en doble fila, incluidos, sobre todo, camiones del corredor Ciudad Universitaria-Politécnico, que se paran por varios minutos en doble fila a cargar pasaje, sobre todo en dirección a Copilco.

Choferes entrevistados refirieron que quienes ponen el desorden son los taxistas, pues invaden el espacio de los camiones del corredor para el descenso de pasajeros.

“Por los camiones, es un problema cruzar aquí por las mañanas, esto lleva más de 10 años”, dijo Miguel Ángel, un automovilista.

Sobre avenida Universidad se encuentran las lanzaderas de las rutas 41 y 66, que tienen varios ramales; se concentran en el sentido poniente junto a un centro comercial y un acceso a la estación Miguel Ángel de Quevedo del Metro.

Las maniobras de camiones y taxistas dificultan el acceso de conductores al estacionamiento de la plaza comercial sobre la avenida, lo que genera filas de vehículos, mientras que la ruta de Trolebús Ciudad Universitaria-Culhuacán debe rodear los asentamientos, al final, se reduce a un carril el paso por Universidad.

Otro inconveniente es que los peatones no cruzan por las esquinas y a veces lo hacen aún en la luz verde del semáforo, lo que resulta peligroso para ellos y los conductores.

Mejoras viales

El jefe delegacional en Coyoacán, Mauricio Toledo, reconoció que el cruce representa una problemática y dijo que buscará concertar una mesa de trabajo con el gobierno capitalino “para ver qué diseño necesitamos en materia de vialidad”.

Dijo que buscará la semana entrante a los secretarios de Transportes y Vialidad, Rufino León Tovar y de Gobierno, Héctor Serrano, para fijar las reuniones.

“No queremos sacar al transporte público, queremos darle vida, limpieza y seguridad a la gente que vive en los alrededores”, añadió sin precisar opciones para agilizar la vialidad; sólo descartó que pudiera habilitarse un Centro de Transferencia Modal (Cetram).

EL UNIVERSAL publicó, en noviembre pasado, que la plaza Oasis, aún en construcción en la zona de conflicto, acarreará más tránsito pues tendrá accesos por ambas vías.

Transportistas que tienen su base junto a uno de los frentes de la plaza sobre Universidad, afirmaron que tal vez tengan que recorrer su lanzadera para permitir la entrada de vehículos al centro comercial pero sus directivos aún no les han informado si será así o los reubicarán.