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Crónica. Matrimonios gay en la cárcel

David Fuentes| El Universal
Jueves 13 de marzo de 2014

Internas e internos de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal formalizaron 35 matrimonios en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Adrián Hernández /EL UNIVERSAL

Además, como parte de la Campaña Colectiva de Matrimonios, Registros y Reconocimientos "Lazos en Reclusión 2014" que se impulsa en coordinación con el Registro Civil, se realizaron 35 registros y 3 reconocimientos de hijos de internas Adrián Hernández /EL UNIVERSAL

En la ceremonia se concretaron tres matrimonios entre parejas de mujeres, 25 de internas de Santa Martha con internos de la Penitenciaría, el reclusorio Norte, Oriente y Sur, y del Centro de Reinserción Social Varonil Santa Martha; además de 7 con hombres en libertad Adrián Hernández /EL UNIVERSAL

El subsecretario del Sistema Penitenciario del DF, Hazael Ruíz Ortega, dijo que con estos servicios legales se fortalece la identidad de las personas en reclusión, lo cual ayuda a fortalecer su autoestima Adrián Hernández /EL UNIVERSAL

El secretario explicó que "la instrucción del secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés, es brindar las facilidades al Registro Civil para que regularice tanto las relaciones de pareja, como la tutela de sus hijos en aquellos casos que se requiera" Adrián Hernández /EL UNIVERSAL

<b>Crnica.</b> Matrimonios gay en la crcel

CELEBRACIÓN. En el penal de Santa Martha Acatitla se llevaron a cabo 35 enlaces matrimoniales; tres de ellos, homoxesuales. (Foto: ADRIÁN HERNÁNDEZ / EL UNIVERSAL )


metropoli@eluniversal.com.mx

Al medio día de ayer, 35 parejas del penal de Santa Martha Acatitla contrajeron matrimonio. Tres parejas son del mismo sexo y aseguran llevar una relación feliz en prisión, lejos de la discriminación del exterior.

Fue una tarde de fiesta dentro del penal, la seguridad se relajó, por unas horas custodios e internas sonrieron, e incluso se dieron un fraternal abrazo, como dejando todos los malos entendidos y enconos de lado.

De las 35 parejas que se casaron, 28 iniciaron su amor tras las rejas. Ahí se conocieron, se enamoraron y ahora se casaron. Ésta es la primera vez que en el reclusorio realizan matrimonios entre parejas del mismo sexo.

Natasha y María Elena

Ella es francesa acusada de daños en propiedad ajena; su ahora esposa está acusada de homicidio calificado. Se conocieron en los diversos cursos de superación personal que imparte la penitenciaría para que las reclusas en verdad se reinserten a la sociedad, tras cuatro años de relación por fin consiguieron casarse.

La situación, asegura la francesa Natasha, es más agradable dentro del penal; no son señaladas ni juzgadas por nadie, no se meten con ellas ni las estigmatizan, por lo que han encontrado en el encierro el lugar ideal para el amor.

María Elena es escritora, dramaturga y juntas han montado diversas obras, la situación complicada que las llevó a estar encerradas, aseguran, ha quedado atrás. Ahora lo que les interesa es el futuro de ambas y aunque el destino podría separarlas (Natasha en tres años más concluye su condena, mientras que a María Elena le faltan 20), aseguran que siempre seguirán juntas.

“Aquí dentro hemos sorteado muchas cosas, nuestro amor se ha hecho más fuerte, nos sentimos cómodas sin nadie que nos señale. Afortunadamente estamos en la misma celda y eso hace que compartamos mucho tiempo juntas, ella escribe, yo doy clases y juntas intentaremos salir adelante, si sobrevivimos al encierro, afuera nuestro futuro será mejor”, expone Natasha al tiempo que los fotógrafos y camarógrafos de los diversos medios que acudieron al evento les pedían que posaran y se dieran un beso.

“Ella sale en tres años, a mí me faltan otros 20, pero estamos buscando amparos para que la sentencia sea menor. El tiempo que estemos aquí la pasaremos juntas y ahora que oficialmente somos esposas nos espera una vida mejor, si ella sale antes o yo eso no será impedimento para que nuestro amor crezca”, explica María Elena, quien no quiso abundar sobre el delito que cometió, asegurando que ya quedo en el pasado y que esta pagando por ello.

Su primera vez

La encargada de realizar la ceremonia fue la titular del juzgado 40 del Registro Civil, Beatriz Azucena Martínez, quien dio a conocer que en más de 30 años en los que ha casado a personas, nunca le había tocado una situación similar, muestra, dice, de la apertura de la sociedad y sobre todo del trabajo de las autoridades.

“Ya perdí la cuenta de a cuánta gente he casado, pero la verdad es que nunca he acudido a un evento como éste. Ahora ya se casan hombres y hombres, mujeres y mujeres; habrá a quien no le guste, pero eso muestra la apertura de la sociedad”, concluyó.

“Hay que recordar que la familia es la base de toda sociedad y si esto se sigue fomentando, la familia va a seguir fuerte y se seguirá evitando que la sociedad continúe desintegrándose; además, con esto se les reconocen sus derechos como personas normales, comunes y corrientes a pesar de estar en prisión”, expuso la juez antes de oficializar el matrimonio de las 35 reclusas del penal.

Como invitados de honor al matrimonio colectivo estuvieron el doctor Manuel Echeverría, director ejecutivo de Prevención y Reinserción social del gobierno del Distrito Federal; Héctor Maldonado San Germán, director general del Registro Civil en la capital del país; José Ramón Amieva, consejero jurídico del Gobierno; Antonio Hazael Ruíz, subsecretario del Sistema Penitenciario y Gloria María Hernández Gaona, encargada del penal.

Después de la ceremonia oficial, los matrimonios convivieron con sus familiares que acudieron al evento con pasteles, refrescos, botanas y comidas.

Por tratarse de una ocasión especial, a los invitados para presenciar la ceremonia les fue permitido ingresar estos artículos al penal de Santa Martha Acatitla.

Por más de cuatro horas, la fiesta fue amenizada por el grupo Cariño, que interpretó canciones tropicales para las internas y quienes las acompañaron.



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