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Crónica. Lo atropella y le ofrece "500 pesos, porque trae prisa"

Alberto Torres| El Universal
Sábado 15 de febrero de 2014
<b>Crnica.</b> Lo atropella y le ofrece

INVEROSÍMIL. El chofer que atropelló al ciudadano se negaba a pagar, porque la víctima "abolló su propia unidad con su cuerpo". (Foto: ESPECIAL )


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Si usted es atropellado en el Distrito Federal, prepárese para “ser atropellado” por segunda ocasión por el comportamiento de las autoridades.

Así le ocurrió a un ciudadano que en horas pasó, según el juez cívico de Miguel Hidalgo, de víctima a presentado, y pese a que sufrió lesiones, debió permanecer ahí por más de 20 horas.

Eran las 14:34 del jueves 13 de febrero; este ciudadano caminaba para abordar su vehículo estacionado sobre Fernando Alencastre, cuando una RAM placas 592 SZK propiedad de la empresa de.dealer lo embistió de frente.

El tráfico impidió que el sujeto se diera a la fuga y fue detenido unos 30 metros adelante.

El hecho fue denunciado ante el 060; una patrulla con dos oficiales arribó al lugar, lo mismo que una ambulancia de Protección Civil de la delegación Miguel Hidalgo.

Los paramédicos se negaron a trasladar al peatón lesionado “por tratarse de rasguños”. El conductor responsable dijo no tener seguro y los oficiales forzaron a las partes a llegar a un acuerdo.

“Quinientos pesos porque traigo prisa”, ofreció el responsable del incidente. “Es lo mejor que pueden hacer, el MP es un calvario”, advirtió uno de los oficiales.

El ajustador de Inbursa contratado por la empresa para la que trabaja la víctima aseguró que la cobertura no incluía los daños a la persona porque no se encontraba en el interior del vehículo. El responsable del percance dijo que no se haría responsable de los hechos pues su unidad había sido abollada con “el cuerpo de la víctima”.

Una ambulancia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendió a la víctima, pero poco después la bajó.

Más anomalías

Ante la falta de acuerdo, la policía los remite al Ministerio Público MIH-05. Al llegar, los policías declaran que fue un accidente y niegan que sea un atropellamiento.

Ante la insistencia de la víctima para ser revisado, es llevado ante el médico legista, quien mira superficialmente y determina que las lesiones sanan en menos de 15 días.

Por esa conclusión, no hay delito que perseguir en el MP y remiten el caso al Juez Cívico MIH-03.

Ahí, tanto la víctima como el agresor, son presentados como indiciados en todo momento y no se puede hablar de atropellamiento, porque los policías han consignado el caso por percance vial.

La juez en turno, Irma Dávila, se retiró y dejó todo en manos de su secretaria, quien aseguró: “Es nada, que las partes se arreglen económicamente allá afuera”.

Cuando la víctima cuestionó el mal trato y la ausencia de la juez, se pide a las partes salir del MP: “Lo que procede es llevar los vehículos al corralón y que el perito resuelva. Pero eso sí, puede que determine que no hay daños, porque nunca coche y coche pegaron”, se aventura a decir, altanera, una asistente del juzgado de nombre América.

Han pasado casi ochos horas y la víctima no ha sido atendida en un hospital. Ante el dolor, la víctima exige su derecho: por ley debe ser llevado a un hospital a valoración por atropellamiento. Es trasladado en una patrulla que llega una hora después.

Luego de visitar diversos hospitales, finalmente en Xoco es atendido. Son más de las 00:00 horas. La víctima, custodiada por un policía, regresa al Juzgado Cívico de Miguel Hidalgo donde de nueva cuenta un secretario y no el juez, presionó a las partes para llegar a un acuerdo económico.

“¡Ah eres tú! Ya llegó al que le gusta estar en el MP. No sabes con quién te metiste, todos me conocen”, espeta a gritos un hombre a quien llamaremos Juan “N”, cuyo trabajador fue el responsable de atropellar a la víctima.

En el juzgado cívico (cuyo titular es Jorge Jiménez Martínez, pero quien atiende es su secretario Héctor Jiménez) se intenta que las partes lleguen a un acuerdo. No toman en cuenta las lesiones.

Al momento de presentar pruebas, el secretario las rechaza porque las fotos no están impresas (son para entonces las 3:40 de la madrugada); los videos porque el perito —supone— no tendrá cómo verlos y el testimonio del acompañante, porque no puede ser acompañante y testigo.

Héctor Jiménez intenta que la parte denunciante, la víctima, firme un documento sin leerlo.

La víctima no firma.

La persona atropellada llegó a los juzgados a las 14:25 horas del jueves 13 de febrero; en contraste, quien lo atropelló se fue a casa y regresó muy temprano con el desayuno para el juez.

A más de 20 horas del accidente, el juez lee el veredicto, en esta ocasión favorable a la víctima. El responsable se niega a pagar los gastos y pide ser arrestado. La amenaza de permanecer más tiempo sin dormir ni ser atendido médicamente hizo que la víctima cediera.



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