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Entre los comerciantes establecidos en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) reina la incertidumbre y la confusión por el pleito legal entre la terminal aérea y la empresa inmobiliaria Fumisa, que renta los locales, según comentaron algunos empresarios.

En una visita de EL UNIVERSAL a los locales del aeropuerto, algunos locatarios, que prefirieron omitir su nombre, explicaron que a la incertidumbre y la confusión se suma el miedo, porque las partes en disputa los han amenazado con echarlos de los locales.

Platicaron que a través de cartas o llamadas telefónicas, las partes en conflicto han presionado a lo locatarios para firmar un nuevo contrato de arrendamiento.

Fumisa y el AICM aseguran tener la razón y contar con el respaldo de la ley.

En lo avisos escritos, el AICM argumenta que el contrato de Fumisa terminó el 31 de diciembre y que ahora las instalaciones de la terminal están a cargo del gobierno federal.

En tanto, la empresa inmobiliaria explica que el juez 29 de lo Civil del DF le otorgó el 15 de abril de 2013 un “interdicto de retener posesión” hasta que se concrete “el retorno de reinversión de tasa de rendimiento” acordada con el aeropuerto, según el documento entregado en los comercios la tarde de ayer y firmado por el responsable de comunicación de la empresa, Luis Pérez.

Los locatarios detallaron que en estos días hay ambas partes los presionan y “amenazan con que es una zona federal y que en cualquier momento nos desalojan”.

Una mujer contó que para poder ingresar a las instalaciones y a sus locales a partir del 1 de enero tuvieron que firmar una carta de intención con el aeropuerto, en donde se establece la voluntad de seguir rentando el local.

“Es como un precontrato”, reclamó la mujer, quien agregó que esta carta tenía que ser firmada antes del 31 de diciembre de 2013.

Borran cláusula

No todos los locatarios firmaron el documento y otros que sí lo hicieron borraron una cláusula que afirmaba que ya no existía una relación laboral con Fumisa.

“Mientras no haya una resolución judicial no podemos firmar con nadie”, aseguró otra locataria que comentó que toda la documentación que han recibido ha sido particular de ambas partes; nada legal.

Esta incertidumbre se vive principalmente en negocios pequeños, de artesanías y comida, pues los establecimientos de grandes cadenas comerciales no mostraron preocupación.

“El corporativo lo arregla todo”, dijo la gerente de un restaurante italiano.

En la terminal aérea la presencia de la Policía Federal no se incrementó y se mantiene la operación normal del aeropuerto.