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Markin López lleva varias semanas preparándose física, mental, espiritual y profesionalmente. A sus 30 años de edad y nueve como actor, ha tomado el “gran reto” de representar a Jesús, de quien quiere tomar el lado humano y llevar el mensaje de amor al prójimo, “más en estos tiempos de violencia que vive el país”.

Originario de Torreón, Coahuila, Markín será el protagonista de la novena puesta de la Pasión y Muerte de Jesús en la Catedral de la ciudad de México y la Plaza de la Constitución.

Será una representación diferente: en esta ocasión se evocará la representación que hicieron los franciscanos en el virreynato en el siglo XVI en lo que era la calle Calvario, hoy Avenida Juárez.

En las paredes del ex convento de Regina, sitio donde se realizan los ensayos, retumban las voces de cada uno de los 40 actores y 10 fieles que participan en el montaje.

Algunos con el vestuario que usarán, otros con rapa de calle, pulen los últimos detalles. Cómo debe ser la entonación, dónde deben estar ubicados, si en esta versión es Pilato y no Pilatos. Si el incitador debe imprimir más energía, si Pilato debe ser sarcástico, si Jesús viste de negro.

El objetivo es “que la gente vea, de alguna manera, esta propuesta estética”, comenta Francisco Hernández Ramos, director general de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano, que ha encabezado la obra en nueve ocasiones.

“Lo que se pretende aquí es que el actor se prepare de manera interna y externa, pero que llegue el sentimiento a la gente y no se lo quede él”.

Para Markin López esto es fundamental y se considera listo para hacerlo.

Metido en su personaje durante los ensayos, Markin cambia la mirada y el gesto para dar una muestra de su diálogo:

“¿Qué es lo que has hecho, por qué hablas de un reino?”, le cuestiona el actor Víctor Zeus, quien personifica a Pilato. A lo que Jesús responde: “Mi reino no es de este mundo, si mi reino fuera de este mundo, los que están a mi servicio hubieran combatido para que no me entregaran en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí”.

Serán más de dos horas en las que la gente podrá ver este trabajo en un escenario que es el atrio de la Catedral de la ciudad de México y la Plaza de la Constitución.

Durante ese lapso, la circulación vehicular estará cerrada en Avenida Juárez para que se desarrolle el espectáculo, que es apoyado financieramente y promovido por el director de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, el padre José de Jesús Aguilar.

La escénificación iniciará el viernes 29 de marzo a las 10:00 horas en el atrio de la Catedral y harán un recorrido alrededor de la Plaza de la Constitución, donde personificarán las caídas que tuvo Jesús cuando cargaba la cruz en su camino al calvario.

El recorrido será del atrio de la Catedral hacia la calle 5 de Mayo, donde será la primera caída de Cristo; sobre Madero y Zócalo el encuentro con María; en Venustiano Carranza, el encuentro con el Sirineo y en 20 de noviembre, el encuentro con la Verónica.