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“Ecobici no es un sólo un sistema de préstamo de bici, forma parte de un plan integral de movilidad impulsado desde hace varios años y que busca crear una ciudad más humana donde lo más importante sea la calidad de vida de las personas”, declaró para EL UNIVERSAL el Coordinador de la Estrategia de Movilidad en Bici de la Ciudad de México, Iván de la Lanza.

Con la puesta en marcha de su cuarta fase, y a tan sólo cuatro años de su lanzamiento, Ecobici se convertirá en el cuarto sistema de bici pública más grande del mundo superado sólo por debajo de China, París y Londres.

Con la nueva fase, el sistema cubrirá 22 colonias de la delegación Benito Juárez.

“Se ha logrado avanzar mucho en muy poco tiempo y hoy en día somos un referente mundial. Países ciclistas de Europa nos reconocen como un sistema de calidad y en Latinoamérica nos buscan para dar conferencias o nos ven como un modelo a seguir para sus ciudades”, aseguró el coordinador.

Buen trabajo

Gracias a sus logros, en 2013, Ecobici se colocó en el tercer lugar del estudio llamado Bike-Share Planning Guide, realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), el cual evaluaba el desempeño de más de 600 ciudades ciclistas en el mundo.

El sistema obtuvo ese puesto por su bajo índice de robos y accidentes, la calidad y el buen funcionamiento de sus unidades e instalaciones, su número de viajes y de usuarios, así como su área de cobertura, que es de más de 20 kilómetros.

De la Lanza comentó que, con cada fase, Ecobici ha superado las metas de viajes y usuarios que se han propuesto. “Durante la última fase tuvimos que instalar cinco cicloestaciones más en la zona de Buenavista debido a la alta demanda y cada nueva fase es en respuesta al incremento de usuarios”.

La logística

Dentro de las instalaciones de Ecobici se encuentran las oficinas administrativas y también el taller de las bicicletas, el cual opera 24 horas, y donde se reparan casi 100 bicicletas al día.

Cada unidad está diseñada para realizar entre nueve y 11 viajes diarios en condiciones adversas como la lluvia y su costo promedio de mantenimiento es de más de mil 500 pesos mensuales.

El sistema cuenta con seguimiento satelital que le permite saber cuántas unidades hay en cada estación, desactivar las que los usuarios reporten en malas condiciones, así como conocer las cicloestaciones en que hay más bicicletas para mantener actualizada esta información en la página de internet.

Para Iván de la Lanza, la movilidad va mucho más allá de que la gente use la bicicleta como transporte; es un incentivo para perseguir metas más grandes que podrían ser un cambio para el estresante estilo de vida en la capital.

“La bici ya es realidad en el DF, donde nadie hubiera pensando que sería posible. Si pudimos hacer esto, qué no se puede mejorar en contaminación o seguridad”, dijo.