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La gestión de Lucía García Noriega al frente de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal ha vivido confrontaciones con grupos culturales y una relación distante con los diputados locales.

La inconformidad se hizo evidente en la realización de eventos públicos y misivas dirigidas al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Dichas confrontaciones han provocado que en el gobierno capitalino se cocine su renuncia al cargo.

Aunque aún no se ha confirmado oficialmente su salida del gabinete de gobierno, García Noriega tuiteó ayer: “Muy feliz año 2014 lleno de éxitos para todos los compañeros del gabinete legal y el ampliado, fue un placer conocerlos”.

Los sucesos

El miércoles 16 de octubre de 2013, durante la inauguración de la 13 Feria Internacional del Libro del Zócalo —que había sido pospuesta— un grupo de vecinos de San Juan de Aragón, delegación Gustavo A. Madero, interrumpió el discurso de García Noriega para exigirle la instalación de la Fabrica de Artes y Oficios como se había prometido.

Ella argumentó que los ocho millones de pesos etiquetados para tal proyecto no habían sido liberados por el gobierno federal. Tuvo que intervenir el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, para ofrecer mesas de trabajo a los inconformes.

El 9 de octubre, durante su comparecencia ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el presidente de la Comisión de Cultura, el priísta Fernando Mercado, acusó que la secretaria no había tenido disposición al diálogo con ellos.

El panista Edgar Borja señaló que el Consejo Asesor y de Fomento Cultural no había sesionado desde que se instaló en abril.

En esa comparecencia fue cuando la funcionaria se deslindó de los trabajos de remozamiento de la escultura El Caballito y señaló como responsables a la Autoridad del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano, al Fideicomiso del Centro Histórico, presidio por Inti Muñoz, y a la Autoridad del Espacio Público, por Eduardo Aguilar.

Las críticas al funcionamiento de la secretaría las trasladó a su cuenta oficial de Twitter, en donde escribió: “A veces es bueno recordar que la ley es para todos y la normatividad también. Corrupción cero es la fórmula para el cambio”.

A finales de noviembre del año pasado comenzó a circular, en redes sociales y en el sitio www.change.org, una carta dirigida al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, en la que se pedía la destitución de la titular de Cultura. En pocos días, esa convocatoria registró más de cinco mil firmas de apoyo a su salida.

A mediados de diciembre, y en conferencia de prensa con el priísta Fernando Mercado Guaida, presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa, miembros de la llamada Comisión de Artistas y Trabajadores de la Cultura e integrantes de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, reiteraron su exigencia de destituir a la secretaria.

Entre sus razones, alegaron despidos injustificados de “decenas” de funcionarios por la “feroz persecución” por parte de la secretaria contra servidores públicos y la cancelación del proyecto de Orquesta Filarmónica Juvenil Ollin Yoliztli. Sobre dicha agrupación, en la red de internet YouTube circula un audio en el que, supuestamente, la secretaria García Noriega descalifica y cuestiona la pertinencia de financiar esa orquesta.