En el Distrito Federal, se generan cada día actualmente 12 mil 893 toneladas de basura que en su mayoría son depositados en cuatro rellenos sanitarios del Estado de México.

De acuerdo con información de la Dirección General de Servicios Urbanos del DF, adscrita a la Secretaría de Obras y Servicios del gobierno capitalino, a diario se llevan 8 mil 42 toneladas de basura a cuatro sitios de disposición final: El Milagro y la Cañada, en el municipio de Ixtapaluca, El Bicentenario, en Cuautitlán, Izcalli, y La Perseverancia en el estado de Morelos.

El resto de las toneladas para alcanzar las 12 mil 893 toneladas de residuos orgánicos pasan por procesos conocidos como “prepena” que ocurre en los propios camiones recolectores, la recuperación de los desperdicios en las plantas de selección Santa Catarina y San Juan de Aragón, así como la elaboración de composta en la planta que se habilitó en el Bordo Poniente, ubicado en el municipio de Nezahuatcoyotl, que fue durante más de 20 años el lugar donde las autoridades del gobierno capitalino depositaron la basura de los habitantes del Distrito Federal.

Sin embargo, el 19 de diciembre de 2011, el entonces jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, lo clausuró. Entidades del gobierno federal ya pedían su cierre.

A partir de ese año y a la fecha, las autoridades capitalinas han llevado, en su mayoría, la basura a los rellenos sanitarios del Estado de México.

Con base en datos proporcionados por la Dirección General de Servicios Urbanos del DF, en respuesta a una solicitud de información elaborada por EL UNIVERSAL, de las 8 mil 42 toneladas de residuos orgánicos que se llevan a rellenos sanitarios mexiquenses —y uno en Morelos—, el de La Cañana y el de El Milagro, en Ixtapaluca, reciben cada día, en este 2014, la cantidad de 6 mil 250 toneladas de basura de forma conjunta.

Buscan que los desechos se conviertan en energía eléctrica. Actualmente, el gobierno de Miguel Ángel Mancera trabaja en el programa “Basura Cero” —que fue presentado el 17 de septiembre de 2013— el cual busca opciones para cambiar la forma en el tratamiento de los residuos orgánicos.

Entre las alternativas que se analizan se encuentran que la basura se convierta en energía eléctrica.

La intención, expuso Mancera en esa ocasión, es que en 2018 el 100% de los residuos se procese.

El Plan Integral de Manejo de Residuos Sólidos 2013-2018 comprende que no habrá cambios en la recolección diferenciada de la basura orgánica e inorgánica por parte de los camiones recolectores, pero sí habrá diferencia al momento de trasladarla y en su disposición final.