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Dirigentes de cúpulas empresariales, así como de centrales obreras y el gobierno federal a través de la Secretaría del Trabajo, establecieron, en un documento conjunto, que la discusión sobre los salarios mínimos debe realizarse dentro de los marcos legales e institucionales establecidos en la Constitución, al tiempo de que acordaron reducir la informalidad y aumentar la productividad para que los trabajadores tengan mejores ingresos.

Joaquín Gamboa Pascoe, dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), dijo luego de salir de la reunión donde se firmó el citado acuerdo, que quedó claro ahí que el incremento a los salarios mínimos no se puede dar por decreto, sino de acuerdo a la Carta Magna, en el marco de lo cual hay una instancia encargada de fijar los incrementos, que es la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, donde convergen empresarios, sindicatos y el gobierno federal.

Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo que el acuerdo no lleva ninguna dedicatoria y por el contrario “está abierto” a todos pero siempre a través de los cauces legales, jurídicos e institucionales.

GDF, abierto al diálogo

El Gobierno del Distrito Federal aseguró que ante la propuesta del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, de incrementar el salario mínimo, se mantiene abierto al diálogo “respetuoso, serio y fundado”.

Tras el pronunciamiento hecho por empresarios en el que priorizan el incremento de la productividad antes de elevar el pago mínimo de los trabajadores, el gobierno local respondió que lo que se ha promovido es una discusión pública lo “más amplia posible”.

A través de un comunicado, insistió en que México no puede continuar con un rezago de más de 30 años, en la actualización del salario mínimo y destacó que el país cuenta con “el peor salario mínimo de todos los países de la OCDE”.

(Con información de Julián Sánchez)