Dan 241 años de cárcel a Monstruo de Iztapalapa

PRESO. Iniestra Salas fue detenido en 2011 por homicidio, secuestro y otros delitos. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
El juez 64 penal, Carlos Morales García, dictó sentencia de 241 años de prisión a Jorge Antonio Iniestra Salas, El Monstruo de Iztapalapa, detenido en septiembre de 2011 por cometer secuestro, homicidio, lesiones, corrupción de menores, explotación laboral y violencia familiar.
El representante del Juzgado 64 Penal dictó sentencia absolutoria bajo la causa penal 245/2011.
En 2004 Clara Tapia Herrera conoció a Jorge Antonio, quien tenía en ese entonces 32 años, y con él mantuvo una relación sentimental sin saber que viviría una pesadilla.
“Conocí a este tipo que al principio se portó muy amable y decía que amaba a mis hijos y que a mí me quería, en poco tiempo sacó lo que es: un maldito”, comentó Clara el día que fue presentada en la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJDF) ante los medios de comunicación. Durante cinco años la mujer permitió que su pareja abusara sexualmente de sus dos hijas menores de edad y tuviera como esclavo a su hijo.
Por un largo tiempo Clara vivió en la conserjería de la escuela primaria Manuel C. Tello, en Iztapalapa, donde laboraba. Allí, ella y sus hijas vivieron en cautiverio.
En el inmueble El Monstruo de Iztapalapa mantenía relaciones sexuales con Clara y sus hijas, Rebeca y Gabriela, las hacía tener contacto entre hermanas, incluso frente a su hermano Ricardo. Al menor lo obligaba a trabajar recolectando cartón y llevarle el dinero que obtuviera. Cuando no le entregaba el efectivo, su padrastro lo golpeaba con un cinturón en la espalda.
En 2006 Jorge Antonio le prohibió a las menores salir de su domicilio para que no tuvieran contacto con ningún hombre.
De acuerdo con la averiguación previa, todos los abusos ocurrieron con el consentimiento de la madre, quien aceptó dormir en un salón con su hijo para dejar a solas a su pareja con sus hijas.
“Ese tipo nos hizo creer que todo era normal, que yo era una persona que veía la vida de forma dramática”, dijo Clara a la prensa.
En junio de 2009, Jorge Antonio llevó a sus hijastras a casa de su madre, donde ella y sus hermanos lo ayudaron a cuidar que nadie escapara. Al no saber nada de sus hijas, en julio de 2011 Clara decidió denunciar los hechos ante la Procuraduría.
Sus vecinos de Iztapalapa lo conocían como El Toño y jamás se dieron cuenta de que en el interior de la vivienda mantuvo encerradas a sus dos hijastras durante siete años a quienes violó y con quienes tuvo cinco niños. Además de arrestar a Jorge Antonio Iniestra, la Policía de Investigación aprehendió a algunos familiares del detenido.
Clara Tapia Herrera también fue enviada a prisión, debido a que durante siete años no hizo nada para impedir los abusos de su pareja. El viernes pasado Clara fue absuelta, y salió del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan.





