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A siete días de que arrancara la colocación de 190 parquímetros en la colonia Del Carmen (las autoridades de la delegación Coyoacán habían programado el inicio para el 29 de marzo), el comité vecinal realizará este domingo una consulta que refleje el rechazo o aceptación del proyecto.

Manuel Palacios, coordinador del comité vecinal de la colonia, detalló que la consulta se efectuará en el número 120 de la calle París en un horario de 10 de la mañana a 5 de la tarde.

“Repartimos alrededor de 5 mil volantes. Esperamos que el ejercicio ciudadano, no vinculatorio con ninguna autoridad, se desarrolle sin incidencias y que los habitantes de las 140 manzanas que conforman la colonia puedan expresar su punto de vista”, dijo Manuel.

El proyecto para la instalación de parquímetros se dividió en tres etapas, la primera se programó el 10 de febrero en la colonia Santa Catarina, donde se asignaron 67 parquímetros.

Cuando inició el balizamiento, los colonos arrancaron las bases de los aparatos y se manifestaron contra la colocación de éstos.

Anomalías en los permisos

A principios del mes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) suspendió la colocación de parquímetros pues, desde el 5 de marzo, notificó a la Autoridad del Espacio Público (AEP) que la documentación para obtener los permisos de intervención estaba incompleta y no contaba con los elementos técnicos para la instalación.

La segunda etapa se contempló para el 8 de marzo en Villa Coyoacán, Concepción, San Lucas y San Andrés donde se instalarían 91; mientras que la tercera etapa se planeó que empezará el 29 de marzo en la colonia del Carmen que contará con 190 aparatos.

Manuel Palacios reiteró que esta última no ha dado su visto bueno a las máquinas porque ni la AEP, la delegación Coyoacán, la empresa Nueva Generación de Estacionamiento y tampoco Seduvi, les han informado detalles del proyecto.

“Nosotros, como comité, no tenemos la responsabilidad de informar a la gente sobre la instalación de parquímetros, nos enteramos porque seguimos el tema a través de diversas fuentes, pero ellos no nos dan la cara”, aseguró.

Mencionó que el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) apoyó a algunas colonias como la Condesa y la Roma para someter a votación la implementación de parquímetros, “nosotros queremos que también se someta a consulta y que se modifique el proyecto según las características y necesidades que existen en nuestra colonia”.

“Tenemos problemáticas distintas a las de otras colonias, por lo cual pedimos que cambien el reglamento y nos propongan algo que se adecúe a nuestros requerimientos”, explicó.

Manuel comentó que la empresa Nueva Generación de Estacionamientos debió estar obligada a obtener todos los permisos y licencias, “pero falta la del INAH, ante su incumplimiento la delegación debió considerar la anulación del contrato”.

Entre las modificaciones que solicitan se incluye dejar áreas libres, poner orden a los establecimientos mercantiles que, según Palacios, son los que crearon la demanda de lugares de estacionamiento y la distribución del dinero para beneficio de las colonias, “no puede ser que pongan todo en una bolsa y hagan que las seis colonias se peleen por un mismo ‘hueso’”.

Sin franeleros

Manuel Palacios mencionó que nadie garantiza que con la colocación de parquímetros dejará de haber franeleros en la demarcación.

“Antes de iniciar la instalación de parquímetros debieron retirar a los franeleros, es responsabilidad de la delegación, pero ni con los operativos han logrado erradicarlos, siempre han estado allí”, comentó.

Los colonos del centro de Coyoacán prefieren sus calles sin parquímetros y sin franeleros. Los viene, viene, aseguraron, son abusivos porque cobran cuotas y amenazan con dañar los autos, mientras que los parquímetros no se adaptan a sus necesidades.

“Hay franeleros que deberían quitar de las calles, pero no lo hacen porque es negocio de la delegación y de la Secretaría de Seguridad Pública”, aseveró.

Este diario ha dado seguimiento a los franeleros que existen en dicha demarcación, en la cobertura, algunos viene, viene reconocieron que policías y funcionarios delegacionales pasaban a sus lugares para advertirles de operativos y para “pedirles para el refresco” a cambio de dejarlos trabajar.