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Los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) están de acuerdo con la realización de un debate serio y responsable sobre salario mínimo.

Sin embargo, los legisladores del PRD consideraron como “extraña y contradictoria” la propuesta del PRI en la capital en el sentido de llevar a cabo este debate cuando el Gobierno Federal ya fijó la posición y dijo que no.

En tanto, diputados locales del PAN aclararon que este tema no es exclusivo de ningún partido sino de la misma población que tiene el derecho de exigir a los diputados federales y a todos los partidos hacer algo al respecto para la mejora en sus condiciones de vida.

Vidal Llerenas Morales, diputado local del PRD, dijo que su partido está en la mejor disposición de debatir sobre el tema, pese a que el Gobierno Federal mantiene una posición neoliberal porque piensa que un aumento de salarios mínimos desatará un incremento en la inflación. Aclaró que la realización de cualquier debate implica un sello partidista, por lo que “hablar de que los debates no sean partidistas o no politizados es una contrariedad porque lo son”.

Expresó que lo importante en cualquier discusión sobre salarios mínimos es que se presenten propuestas viables que permitan mejorar los ingresos de las personas que menos ganan. “Si el PRI creyera que el salario mínimo es una opción comenzaría a incrementarlo por medio de la Comisión de Salarios Mínimos, claramente no hay intensión, se ha dicho que no”.

El legislador perredista puso como ejemplo la aprobación de las recientes reformas en materia energética y que a su consideración no mejorarán la distribución del ingreso ni tampoco reducirán la pobreza.

Manuel Granados Covarrubias, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, aseguró que “es justo llevar mejores condiciones a los capitalinos y a los mexicanos”. Para Federico Döring, del PAN, lo prioritario también es llevar a cabo una consulta ciudadana como lo sugirió Gustavo Madero, toda vez que representa la oportunidad de exigir mejores condiciones de vida.