Acceden a las bebidas con sólo cruzar la calle
diana.fuentes@eluniversal.com.mx
Risas, calor, alcohol y juventud, el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad va más allá de la irresponsabilidad de quien les vende y de la sensación de libertad de quien lo compra, a pesar de que existe una legislación que de manera específica advierte la prohibición de estas sustancias para los menores de edad, así como la instalación de establecimientos dedicados al entretenimiento y consumo de bebidas, existen lugares en las que no se cumplen.
La delegación Cuauhtémoc es un caso singular. En las 33 colonias con las que cuenta la demarcación se ubican cerca de 900 establecimientos de impacto zonal, es decir, aquellos negocios cuya actividad principal es la venta y distribución de alcohol en envase abierto o copeo, de acuerdo con el artículo 26 de la Ley de Establecimientos Mercantiles.
Donde se concentra este tipo de actividad económica son las colonias Roma, Condesa, Centro, Doctores, Obrera, Tránsito, Juárez, Cuauhtémoc y Santa María la Ribera.
La misma ley aclara que la ubicación de este tipo de lugares queda prohibida a menos de 300 metros de centros educativos y zonas habitacionales, sin embargo, en Cuauhtémoc es fácil encontrar ese contraste al cruzar la calle o doblar en la esquina.
En un recorrido hecho por EL UNIVERSAL, se encontró frente a escuelas de nivel básico y medio superior un sinnúmero de bares, cantinas, discotecas y restaurantes que ofertan bebidas alcohólicas, sin contar las tiendas y vinaterias que no permiten el consumo en el lugar y establecimientos disfrazados de fondas y loncherías cuya principal ganancia es la venta de alcohol.
Algunas de las escuelas, principalmente las ubicadas en la colonia Centro, están ahí antes de que llegaran los bares, incluso hay colegios que iniciaron actividades antes de que Garibaldi se convirtiera en la plaza que, por característica, se relaciona con el consumo de alcohol y que bajo las sombras de la reglamentación han convivido desde 1921 a ritmo del mariachi y de las chicharras para el cambio de clase.
Bares aceptan a menores
De acuerdo con testimonios, algunos de los bares, antros, cantinas y chelerías ubicados en la colonia Centro y en los alrededores de la Plaza Garibaldi, permanecen abiertos desde medio día ya que “aparentemente se organizan inocentes tardeadas en las que las niñas entran gratis”.
De acuerdo con la Ley de Establecimientos Mercantiles, los comercios de impacto zonal tienen prohibida la entrada a menores de edad, con excepción de aquellos en los que se lleven a cabo tardeadas, en cuyo caso no se podrán vender ni distribuir ningún tipo de bebida alcohólica, tabaco ni cualquier otra sustancia de naturaleza ilícita en un horario de 12:00 a 20:00 horas, sin embargo, estos sitios sólo cumplen con la especificación del horario.
Habitantes de la zona narran que durante las tardeadas la venta de alcohol es indiscriminada y que incluso al calor de las copas estos lugares organizan concursos de baile en los que las “niñas” acceden a desnudarse y bailar provocativamente con otras personas con tal de ganar una botella de alcohol o algunas cervezas y continuar la fiesta.
“En este tipo de lugares las niñas permiten que se les degrade al exponerse frente a un público que se anima más mientras les enseñan más”, comenta un testimonio quien prefirió no dar su nombre.
Algunos directivos de escuelas localizadas en el área, y que por cuestión de seguridad solicitaron a EL UNIVERSAL omitir su nombre y ubicación, comentan que hay varios negocios que se ostentan como cafeterías y loncherías en los que también se venden y consumen bebidas alcohólicas y algunos estupefacientes.
Comentan que es común que nadie los denuncie ya que es una zona con índices delictivos importantes en la que el miedo por hablar siempre va por delante.
De acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), la delegación Cuauhtémoc es la que concentra el mayor número de averiguaciones previas con una tasa de 45.6% hasta julio de 2014, mientras que la colonia Centro es considerada la del mayor índice delincuencial en el Distrito Federal.