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El desgaste ondulatorio excesivo de las vías de la Línea 12 del Metro es motivado, entre otras causas, por la falta oportuna del mantenimiento preventivo y correctivo, por una deficiente compactación del balasto, por la falta de control para apretar grapas y almohadillas y por los durmientes fracturados, concluyó el dictamen que entregó el 14 de noviembre de 2013 la empresa certificadora IFL Consulting Enginners.

El mantenimiento preventivo y correctivo es uno de los puntos que ha generado polémica y versiones encontradas entre el Sistema de Transporte Colectivo (STC) —que desde el 8 de julio del 2013 recibió formalmente la Línea 12— y el consorcio constructor ICA, Alstom y Carso.

En el documento —del cual EL UNIVERSAL posee una copia— se detalla que, respecto a los trenes, la empresa certificadora establece en su dictamen que hay problemas con el achatamiento en la superficie de rodamiento y falta de reperfilado.

Entre las recomendaciones que se establecen en el dictamen para minimizar los problemas, destacan la verificación de las fisuras del riel, cambio de agujas y cambio de durmientes.