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Entre aplausos prolongados hasta por casi un minuto, el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, reapareció públicamente luego de estar 17 días ausente a causa de una operación a corazón abierto.

Desde temprana hora, minutos después de las nueve de la mañana, llegó a su centro de mando, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, ubicado en el Centro Histórico.

Todavía con su complexión delgada, se le vio animado, alegre, fuerte usando un traje color gris, camisa blanca y corbata a rayas.

Sin embargo, fue hasta las 11:33 horas de la mañana cuando bajó las escalinatas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, acompañado de su secretario particular, Luis Serna, así como de su jefe de escoltas.

Decenas de actores políticos, del medio del espectáculo, cultural, empresarial y deportivo lo esperaban. Hay quienes dudaban de su presencia en el evento, toda vez que en la agenda del Gobierno capitalino no estaba anunciada su asistencia.

“Primero quisiera reiterar el gusto que me da verlos y estar con todos y cada uno de ustedes. Quiero decirles que ésta es una ciudad con historia, es la capital de todas y de todos los mexicanos”, expresó Mancera.

Su exposición pública fue breve, de menos de 30 minutos. Saludó de mano a los asistentes, sobre todo a los que se ubicaban en la primera fila.

Pronunció su discurso, pero en ningún momento habló de su regreso a comandar la ciudad que gobierna, después de su operación.

El ambiente que se vivía en el Antiguo Palacio era único, de fiesta, porque también se conmemoraba el 190 aniversario del Distrito Federal, fecha que aprovechó el jefe del ejecutivo local para retomar sus labores en público.

La orquesta de la ciudad de México, el coro de niños de SaludArte de la delegación Tláhuac, lo esperaban. Antes del arribo del jefe de Gobierno interpretaron La Llorona y La Bruja.

Todos querían ver al mandatario. Lo cierto es que a su llegada la bienvenida fue notoria, los aplausos se escucharon hasta por casi un minuto durante la gala de celebración.

Aunque el ejecutivo local no dejó de trabajar —pues la semana pasada se reunió con la dirigencia del PRD y los gobernadores de Guerrero, Rogelio Ortega, y de Morelos, Graco Ramírez, en lo que fuera su casa de campaña—, ayer reapareció para desear “¡Feliz 190 aniversario querida ciudad de México, la capital de todas y todos los mexicanos ¡Viva la ciudad de México! Muchas gracias”.

“Desde nuestra capital, a la que hoy conmemoramos, los invito a que se mantenga la voluntad de ser mejores; los retos que tenemos son grandes sin duda, pero más grande es la fuerza del pueblo mexicano”, sostuvo.

Mancera se mostró agradecido con los asistentes, entre los que se encontraban líderes sindicales, empresarios y “gente que quiere a esta ciudad”.

Pese a que hace varios días, el mandatario local reconoció que estuvo en riesgo de perder la vida, derivado de la perforación en la arteria aorta donde pudo perder importante cantidad de sangre, la mañana de este martes se le vió con energía para afrontar los problemas y seguir dirigiendo al DF.

“De todo corazón seguiremos trabajando y sirviendo a nuestra gran ciudad. Los invito a ser parte de esta conmemoración de nuestra capital, para cuidarla y para quererla, para que cada vez sea mejor. Cada uno de ustedes, hombres y mujeres, en sus respectivas tareas son fundamentales, son importantes, se requiere de su participación”, manifestó.