Historia. "Conocí a Diego Rivera y Juan O Gorman"

NONAGENARIA. Doña Carmen es la principal impulsora de la Feria de las Flores, la cual es una tradición que tiene más de 150 años de antigüedad. (Foto: ESPECIAL )
metropoli@eluniversal.com.mx
En voz de doña Carmen Mendoza de Aravallo, el pueblo de San Ángel “era un edén, con flores y árboles brillantes en sus calles y casas”. Los ríos Chico y Magdalena atraían a la gente por su agua limpia, quienes utilizaban un camino específico para ir a lavar la ropa en sus caudales, un sendero que ahora es llamado Calle del Río, explica la señora Mendoza, quien ha vivido sus 96 años en San Ángel.
Carmen nació en el año de 1919. A sus 10 años le daba miedo ver a los soldados armados que se reunían en un edificio de jurados que había en San Ángel, al cual acudían varios agrupamientos durante la Guerra Cristera a fines de la década de 1920.
“Me daba horror ver a los soldados con sus rifles Mausser, y llenaban la plaza del Carmen”, recuerda doña Carmen
Durante la infancia, Carmen fue al colegio Salesiano. Jugaba en el patio de su casa y ya de jóvenes salían a pasear por las calles a cortar flores y ver los árboles frutales.
Como distracción “íba a Chimalistac, o la Plaza San Jacinto, donde tocaban música en el kiosko, las muchachas paseaban con sus esposos ahí los sábados, también había obras de teatro en la plaza de los licenciados”.
Doña Carmen conoció a personajes como el famoso pintor muralista Diego Rivera, también a Isidro Fabela, Juan O´Gorman y a Edmundo O´Gorman, a Miguel Ángel de Quevedo, al músico Julián Carrillo Flores, y a muchos personajes de la historia del país y habitantes de San Ángel, los conoció porque iban a la farmacia San Ángel, donde trabajó o porque al saber inyectar era buscada por varias personas enfermas. Así conocio a Quevedo, por ejemplo.
Doña Carmen acepta que su colonia no volverá a ser como le gusta recordarla, pero pide que al menos los residentes, sobre todo la población joven, traten de mantener tradiciones como la Feria de las Flores —con más de 150 años de antigüedad—, de la cual es la principal impulsora.
Ella pide que “si no puede conservarse como antes, por lo menos que ya no haya tanto cambio urbano ni desorden en torno a edificios como el convento del Carmen, el más antiguo de la zona”.





