MADRID.- El Mercado de San Miguel de Madrid, España servirá como modelo para la transformación del mercado de San Juan, ubicado en el Centro de la Ciudad, de acuerdo con información proporcionada por el gobierno capitalino.

Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico anunció el rescate de los mercados públicos de la ciudad y en entrevista con EL UNIVERSAL, adelantó que los primeros que se remodelarían serían los de Tlalpan, Tacubaya y San Juan.

El mercado de San Juan, ubicado en el Centro de la Ciudad, es famoso por vender productos gourmet e incluso carnes exóticas.

La idea del gobierno capitalino es transformarlo en un atractivo turístico, tomando como base el mercado madrileño. Es decir, además de poder comprar buenos productos, el cliente contará con una zona para degustarlos, dentro del mercado.

Sin crisis

San Miguel se mantiene boyante pese a la crisis que aqueja a España. Situado a pocos metros de la Plaza Mayor de Madrid, fue remodelado hace cuatro años, y desde entonces se ha convertido en visita obligada para turistas y paladares exigentes.

En el mercado hay productos artesanales y materias primas selectas. Además, cuenta con una zona de degustación.

Es albergado por un edificio que conserva su estructura original de principios del siglo XX y que fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumentos.

Desde que el 13 de mayo de 2009, reabrió sus puertas con un amplio horario: de 10 de la mañana hasta la medianoche, de domingo a miércoles y hasta las dos de la madrugada los jueves, viernes y sábados.

Con la remodelación, el mercado incrementó su éxito y ha servido de modelo para otros mercados de España. A su vez, ya forma parte de las guías turísticas.

Por sus 33 puestos pasan al día 25 mil personas; 80% de ellos turistas extranjeros en su mayoría estadounidenses, latinoamericanos, alemanes, franceses e ingleses.

Negocios como su heladería venden entre 3 mil y 4 mil helados al día.

A diferencia del mercado de San Juan, el de San Miguel no es un mercado público.

De entre toda su oferta destaca un puesto que tiene 36 tipos de hamburguesas, cada uno con un ingrediente diferente y tipos de carne que sólo tienen 6% de grasa.

En otro, el cliente puede comprar lo que desee y cocinarlo en casa o tomárserlo en las barras que hay en el centro. De día y de noche hay gente. Sobre los precios, la opinión generalizada de quienes lo visitan es que son caros. Cada ostión cuesta, por lo menos, 2 euros; una ración de paella cuesta 7 euros, una de langostinos vale 17.90 y 100 gramos de jamón serrano cuesta más o menos 18.50 euros.

Para los comerciantes, la calidad de lo que venden justifica los precios. Sin embargo, muchos clientes se quejan de que no siempre es así.

Los locales del mercado son caros: unos 3 mil 500 euros el metro cuadrado.

Pese a ello, el empresario Juan Fernández Laso reconoce que en el mercado no hay crisis y que él no traspasaría su local: "No me puedo quejar".

Fernández tiene uno de los puestos más pequeños. Lo llaman carrito y mide un metro cuadrado. Allí vende angulas con queso y al ajillo:"Aunque pagues un alquiler muy alto sabes que por tu puesto pasarán 25 mil y 30 mil personas al día; el mercado se ha convertido en referencia".