Mueren madre e hijo tras volcar en la México-Cuernavaca
FATAL ACCIDENTE La lluvia, el exceso de velocidad y la neblina provocaron que Hugo Enrique perdiera el control del volante. El vehículo pegó contra el muro de contención que divide los sentidos del camino. (Foto: Eduardo Sánchez / EL UNIVERSAL )
Frente al automóvil donde yacían el cadáver de su esposa e
hijo, Gerardo pedía hablar con ellos. Él no sabía que sus familiares habían
fallecido al impactarse contra los árboles de la autopista, a la altura de la delegación Tlalpan.
Ayer por la tarde, el viudo esperaba a que su esposa, Lidia
Fonseca; su hijo, Hugo Enrique Vera Fonseca, y su nuera, Liliana Martínez
Vargas, llegaran a la ciudad de Cuernavaca, en donde vivían.
Ellos nunca arribaron. Por una llamada telefónica, el hombre
supo que sus parientes habían tenido un accidente en la autopista
México-Cuernavaca. Era la voz de la sobreviviente, Liliana Martínez, la que le
decía que debía trasladarse al kilómetro 43 de la carretera.
Y es que minutos después de las 5:00 de la tarde de ayer,
los tres ocupantes del automóvil Ibiza viajaban por el carril de alta velocidad
de la autopista.
La lluvia, el exceso de velocidad y la neblina provocaron
que Hugo Enrique perdiera el control del volante. El vehículo pegó contra el
muro de contención que divide los sentidos del camino.
Tras el golpe, el auto derrapó y pegó contra uno de los
árboles aledaños a la carretera. Después de derribar más de cuatro arbustos, el
coche quedó atrapado entre los troncos. Ilesa, Liliana Martínez logró
desabrochar el cinturón de seguridad para intentar ayudar a su esposo y a su
suegra.
Ellos no respondían. Aunque Hugo Enrique portaba el cinturón
de seguridad, los troncos de los árboles pegaron en su cuerpo y lo mataron.
El cadáver de su madre quedó atrapado entre el espacio entre
los asientos delanteros y el trasero.
POR SU PROPIO PIE LLEGA A LA AUTOPISTA
Liliana salió del vehículo y caminó hacia la autopista para
pedir ayuda.
Fueron los conductores los que auxiliaron a la mujer de 32
años y reportaron el percance.
Tras ser atendida por los paramédicos, Liliana llamó a su
suegro. Una hora después, Gerardo Vera arribó al lugar. El hombre se acercó al
vehículo y comenzó a llamar a su esposa.
Aunque la voz de un agente ministerial le indicaba que no
debía acercarse al lugar, Gerardo Vera pedía hablar con Lidia. En respuesta, el
agente le informó: su esposa y su hijo están muertos.
dm