Toman el Zócalo sólo por ayudar
LECCIÓN. José Pablo ayuda a su padre con las despensas para la gente donde hay mucha agua. (Foto: JORGE RÍOS EL UNIVERSAL )
geovana.royacelli@eluniversal.com.mx
“Sólo por ayudar” es la razón por la que decenas de voluntarios cargan y arman cajas, empacan víveres y crean paquetes de despensas que llevarán a algún lugar de los 24 estados del país afectados por los fenómenos naturales Ingrid y Manuel, un poco de esperanza.
Los hay de todas las edades, desde José Pablo de tres años hasta Jorge del Moral, de más de 60. Todos a su ritmo ayudan en el Macro Centro de Acopio instalado en el Zócalo de la ciudad.
¡Alto! grita una voz y la cadena se detiene por un momento, son 20 manos, entre voluntarios y personal de la Secretaría de Protección Civil del DF, trabajando de manera coordinada.
Lanzan paquetes de arroz, frijol, lentejas, una lata de atún y avena que serán seleccionados para formar parte de las cajas de despensa. ¡Sigan!, dice la voz y el trabajo continúa sin parar.
Juan Pablo Curiel es voluntario y dio una lección de vida a su pequeño hijo José Pablo. Llegaron al Zócalo a las nueve de la mañana y juntos armaban despensas.
“A mi hijo le queda como experiencia que debe ayudar cuando sea grande porque son nuestros hermanos y hay que ayudarles porque un día nos puede tocar a nosotros”, dijo mientras José Pablo acomodaba con sus manitas kilos de sal dentro de las cajas. “Sin aventarlas”, le decía su padre y el niño obedecía.
A su corta edad José Pablo sólo puede decir que está ahí porque las cajas con comida son para la gente donde hay mucha agua. Y es que el pequeño conoce el mar de Acapulco, en Guerrero, uno de los estados más afectados.
Jorge del Moral llegó a la Plaza de la Constitución desde las 6:45 de la mañana. Hacia el medio día, contó, no se había cansado y por lo tanto no había hora para irse a casa. “Estaré aquí hasta que aguante”, dijo.
“Ayudarnos los unos a los otros”, es la razón por las que Jorge, igual que muchos han invitado a otras personas a “que nos vengan a ayudar y que sientan la satisfacción que están haciendo algo por los demás”.
Bruno Saldaña, tiene 18 años y junto con sus primos ayuda a que las despensas lleguen a su destino. “Si no se puede dar despensa, al menos ayudemos a que todo esto se vaya”.
De una camioneta bajaron decididos, los 26 integrantes del equipo de futbol Voltron que cada semana juegan en la delegación Miguel Hidalgo y ayer cambiaron el juego por el altruismo.
“Nos sentimos motivados, así somos los mexicanos hay que apoyarnos los unos a los otros”, explicó José Manuel.
En el Macro Centro se concentra personal de la Secretaría de Marina, de Gobernación, Policía Federal, DIF y la Defensa Nacional.