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El ómbudsman interino, Mario Patrón, dijo que la policía requiere una democratización con órganos de control fuera de la dependencia para mejorar su situación interna.

Luego de los desmanes el 1 de diciembre, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) solicitó, a través de la recomendación 7/1003, revisar el Protocolo de Actuación para el Control de Multitudes.

Lo anterior tendrá que ser considerando los estándares nacionales e internacionales.

La recomendación fue aceptada, y con ello la modificación del protocolo, indicó el presidente interino de la CDHDF, por lo que la Secretaría de Seguridad Pública local (SSPDF) ya realiza dicha revisión junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja, tal y como lo solicitó el organismo defensor de los derechos humanos.

Luego de ello, será la propia CDHDF quien tome una decisión sobre como quedó el protocolo y si se cumple con lo solicitado.

Al respecto, Elena Azaola, antropóloga e investigadora, afirmó que en muchas partes del país los policías han estado ignorados por muchos años, lo cual se refleja en la manera de realizar su trabajo.

Para la especialista en temas de corporaciones policiales se requiere tener un mayor control de los uniformados, profesionalizarlos y contar con medidas de reclutamiento que den certeza de los elementos que se sumarán a las filas de la seguridad, así como con rendiciones de cuentas optimizadas.

“En realidad se requiere de una reestructura a fondo de la policía, aunque es de reconocerse el esfuerzo por tratar de aproximar a la ciudadanía a los agentes, pero aún no es suficiente”, dijo.

En cuanto a las marchas de las últimas semanas y los disturbios del pasado 2 de octubre, mencionó que la autoridad debe reconocer algunos problemas, aunque el gobierno capitalino no sea quien los genere, para tomar mejores medidas, y aplaudió que en los bloqueos no se haya usado la violencia, pues dijo que los uniformados deben tener otro tipo de respuestas.

Normatividades

Mario Patrón, presidente interino de la CDHDF, abundó que mucho se ha debatido sobre le uso de instrumental de los policías pero más allá de eso, la ciudad tiene normas carentes en otras entidades, como la Ley Sobre el uso de la Fuerza, que establece un marco referencial muy claro, pero que desconocen.

“Por eso establecemos que es una falacia cuando se dice que el policía se siente atado de manos por derechos humanos, nosotros creemos que en realidad es una prueba de la falta de capacitación, porque no son los derechos humanos; hay un marco jurídico que establece cuáles son los principios y requisitos que ellos tienen que tomar en cuenta para que el uso de la fuerza sea legítimo”, dijo.

La policía, puntualizó, tiene derecho al uso de la fuerza, pero debe hacerlo sin arbitrariedades, y eso es lo que los saca de contexto al afirmar que no se les permite hacer su trabajo.

La semana pasada empezaron un diplomado sobre el uso de la fuerza porque se considera que hay resquicios en el tema.

Dijo que durante el 1 de diciembre, la CDHDF interrogó a 60 elementos de la SSPDF quienes dijeron que hay déficit de capacitación, protocolos y manuales de operación.

“El policía siente que no cuenta con las herramientas y con los conocimientos suficientes para el desempeño de su labor”, explicó.

La recomendación del 1 de diciembre también pide una democratización de la policía.

El ómbudsman citó como ejemplo de lo que puede hacerse en la Ciudad de México, a Irlanda, donde a través de una reforma policial pasaron de contar una policía acusada sistemáticamente de arbitraria, corrupta y de cometer actos de corrupción a otra con obidurías (observatorios) autónomos.