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Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) mostraron a los familiares de los jóvenes desaparecidos del bar Heaven las imágenes de los restos hallados en una fosa clandestina en Tlalmanalco, Estado de México, para que los reconocieran como sus hijos y poder entregárselos.

Durante la tarde-noche del viernes los familiares, que así lo quisieron, acudieron a la cita en la Fiscalía Antisecuestros, pero la mayoría se negó a ver los cuerpos exhumados si antes la procuraduría no les mostraba los pormenores de los informes que indicaban que la Procuraduría General de la República (PGR), identificó los cuerpos como los de los 13 jóvenes secuestrados en dicho bar ubicado en la Zona Rosa el pasado 26 de mayo.

La procuraduría señaló que se trató de una diligencia ministerial para informarles que la dependencia federal hizo la entrega de los restos a los cuales identificó como los 13 desaparecidos del bar, y para lo cual era necesario que ellos pudieran reconocerlos.

Las diligencias para el informe de las pesquisas fueron de forma individual, y algunos padres y madres de familia se negaron a ver los restos.

Para salir de dudas

Sin embargo, otros familiares sí aceptaron ver las fotografías de los restos encontrados en el Estado de México.

Se dio a conocer que la familia de Monserrat Loza Fernández, fueron algunos de los que aceptaron ver las imágenes de los cuerpos.

Su padre fue quien la identificó, presuntamente, porque tenía los dientes separados; sin embargo, pidió que permitieran que otro miembro de su familia pudiera ver las fotografías y así tener la seguridad de que se trata de la misma persona.

El supuesto cadáver de la joven mujer fue encontrado desmembrado y con huellas de golpes visibles en diversas partes del cuerpo.

Ayer, otros padres de los desaparecidos acudieron a la Fiscalía Antisecuestros para informar su decisión respecto a ver los restos.

Una de ellas era Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz Ponce, de 16 años, el único menor desaparecido.

La señora había indicado que no quería ver los cuerpos sino hasta tener pruebas certeras de que podría tratarse de su hijo.

Hasta el cierre de esta edición Leticia Ponce y otros familiares de las víctimas se encontraban al interior de la fiscalía perteneciente a la Procuraduría capitalina.