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Antes de las diez de la mañana, 400 integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) intentaron bloquear los accesos de las tiendas Walmart y Suburbia, ubicadas en la colonia Buenavista, en el perímetro de la delegación Cuauhtémoc, pero al menos 500 granaderos se los impidieron al replegarlos hacia las banquetas de la avenida Insurgentes Norte.

Al iniciar la venta del Buen Fin, que son cuatro días de descuentos que ofrece la iniciativa privada, los maestros disidentes acudieron a la zona, con el objetivo de impedir la comercialización de productos.

El pasado 18 de octubre, los profesores inconformes con la Reforma Educativa consiguieron que Walmart cerrara sus puertas, pero, esta vez no fue así. La presencia de maestros no inhibió la llegada de los buscadores de ofertas.

Los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF) rodearon ambos establecimientos y replegaron a los maestros hacia las banquetas de Insurgentes Norte, liberando los accesos del centro comercial. Ello permitió que los clientes pasaran entre los granaderos y pudieran acceder a las tiendas.

Cuando los integrantes de la CNTE intentaron cerrar el paso en Insurgentes, con dirección al Norte, los policías los volvieron a replegar, lo que generó un conato de bronca que no pasó a mayores.

Varios maestros decidieron sentarse a lo largo de la calle Carlos J. Meneses, mientras que un grupo, la mayoría de Oaxaca y Chiapas, lanzaba consignas contra la tienda de la cadena trasnacional, al acusarla de explotación laboral.

Augusto Reyes, integrante de la sección 22 de la CNTE proveniente de Oaxaca, explicó que los motivos de su protesta en dicha sucursal de Walmart, es porque ésta “es una de las que más ganancias da a la empresa”, de acuerdo con estudios financieros.

“Ésta es una actividad más de resistencia dentro de nuestro enojo, luego de que la Secretaría de Gobernación dijo que no tiene nada que hablar con los maestros. Consideramos que no es la trasnacional la culpable de estar en México, sino el gobierno, pero sabemos de los antecedentes de esta empresa que ha sido repudiada en muchos lugares incluso de Estados Unidos”, indicó.

En entrevista, agregó que la empresa aplica la reforma laboral del año pasado con contrataciones temporales durante las ventas de fin de año y que no genera estabilidad a los trabajadores mexicanos, tal y como sucederá con los maestros con la reforma educativa. En medio de la presencia de granaderos y manifestantes, continuó llegando, a lo largo de la mañana y tarde, la clientela que, indiferente a la manifestación magisterial, ingresó al supermercado a hacer sus compras

En esta ocasión, la tienda, además de los granaderos capitalinos, contó con seguridad privada que mantenía elementos y a un vehículo en su entrada del lugar.

A las tres de la tarde, los maestros se retiraron en operación “hormiga”, para regresar a su campamento en el Monumento a la Revolución, no obstante que tenían previsto estar en el lugar hasta las seis de la tarde.

Destaca que en esta manifestación, varios de los docentes mostraban cansancio, a diferencia del mes pasado, cuando un grupo más numeroso participó en las protestas.

No logran repuntar

En tanto, los encargados de los restaurantes aledaños al campamento magisterial —ubicado ahí desde hace dos meses— que esperaban incrementar sus ventas con las ofertas que anunciaron para este Buen Fin, se dijeron decepcionados por la escasa afluencia de clientela.

Los únicos que llegaban a la Plaza de la República eran los maestros, a quienes los empresarios acusan de sus bajas ventas, primero por el cierre vial y luego por la suciedad que han dejado en la zona, que los comensales prefieren evitar.

La misma situación vivieron locatarios de la Plaza Garibaldi, donde su principal atractivo son los mariachis, y del mercado de la Laguilla, quienes a pesar de que anunciaron grandes ofertas para esta edición de El Buen Fin, ayer por la tarde, la zona lució desangelada.

Las tiendas de vestidos de novia y XV años ofrecían 10% y 20% de descuento, pero las ventas no iban como esperaban. En la zona de mueblería estaba igual, “Esto está muy flojo”, dijo Laura, dueña de un local. Ella, como otros empleados y dueños, esperaban que este sábado las ventas mejoraran.

En tanto, para una familia, el inicio del Buen Fin, en la madrugada del viernes, terminó en tragedia cuando, después de hacer sus compras, el taxi en el viajaba chocó. El saldo fue de dos muertos y cinco heridos de gravedad. (Con información de Geovana Royacelli y Yamili Ruiz)