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Los operadores de las unidades de la Línea 5 del Metrobús, que correrá en una primera fase de San Lázaro a Río de los Remedios, iniciaron los recorridos de prueba por el carril confinado trazado en Eje 3 Oriente, Eduardo Molina.

En un recorrido de EL UNIVERSAL se pudo constatar que los operadores aún no dominan las maniobras para mantener la distancia adecuada del autobús con el concreto del andén de cada estación, y uno de los problemas es la falta de pericia para rodear la curva de la terminal Río de los Remedios.

Los operadores realizan las pruebas con un equipo de seis a siete personas repartidas a lo largo de la unidad, quienes van indicando las maniobras y midiendo con un flexómetro las distancias entre el autobús y el andén.

Este fin de semana inició el retiro de cascajo y árboles innecesarios en las 18 estaciones de la nueva línea; los trabajadores realizaron estas actividades durante las 24 horas a fin de limpiar los andenes.

En las estaciones, los trabajadores se encuentran realizando el cableado para que de un momento a otro ya se cuente con el alumbrado para los recorridos nocturnos.

La estación que presenta el mayor atraso es la ubicada en el cruce de Circuito Interior y Eduardo Molina. El rezago se ubica precisamente desde ese punto hasta San Lázaro, pero los detalles pendientes son mínimos, como la limpieza, instalaciones hidrosanitarias y también el cableado eléctrico.

El carril confinado de esta línea está totalmente concluido, pero aún falta completar la señalización con luz led de Circuito Interior a Río de los Remedios.

De igual manera, la pista de la ciclovía ya está prácticamente concluida y en el piso ya aparece claramente la señalización de las bandas verdes para indicar que en ese punto hay un acceso de cochera, así como la indicación simbólica para el paso de los peatones.

EL UNIVERSAL también acudió al llamado patio de encierro, en donde entre la obra pendiente está la colocación de dos postes de luz led para garantizar la seguridad de los autobuses y tratar con asfalto especial 10% del total de suelo, a fin de evitar que éste se quiebre por el peso de las unidades.

El patio de encierro cuenta además con un centro de lavado automático.