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La Procuraduría General de Justicias del Distrito Federal investiga si existe una relación entre la banda que asaltó un Sanborns en la delegación Benito Juárez el pasado 25 de octubre y la que irrumpió este sábado en una joyería localizada en Plaza Galerías en la Miguel Hidalgo, pues en ambos casos los responsables iban encapuchados, con guantes y rompieron los aparadores con martillos.

El titular de la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Benito Juárez, Eduardo Carreño Alvarado, no descartó que se trate del mismo grupo delictivo, pues hay similitudes, sin embargo, no tienen los elementos suficientes para confirmarlo.

“Podría haberla (una similitud), pero debemos acreditarlo de manera más oficial. No bastan únicamente los videos, tendríamos que tener más pruebas para saber quiénes son los responsables”, explicó.

El funcionario detalló que si bien el modus operandi de ambas bandas es muy parecido están esperando los resultados de otros estudios para poder tener la certeza de que se trata del mismo grupo dedicado al robo a negocio con violencia.

Carreño Alvarado dio a conocer que las imágenes que captaron las cámaras del Sanborns situado División del Norte, en la colonia Narvarte, ya fueron comparadas con la base de datos de la procuraduría, pero aún no se ha arrojado nada.

Dijo que, debido a que los individuos iban encapuchados, no han obtenido sus retratos hablados, por lo que se han complicado las pesquisas. Además, los criminales utilizaban guantes.

Las similitudes de los casos

En ambos robos ocurridos la semana pasada se observa la presencia de cinco individuos tapados de la cara, ya sea con capuchas o máscaras, utilizando guantes y martillos para romper las vitrinas de los comercios.

El primero fue en una tienda departamental de la delegación Benito Juárez, el pasado 25 de octubre. Los responsables sustrajeron tabletas, teléfonos celulares y cámaras digitales; el botín fue de casi 600 mil pesos.

En el segundo, cinco sujetos vestidos de Halloween ingresaron a “Cristal Joyas” y se apoderaron de cadenas, pulseras y anillos de 25 kilates, con valor de más de un millón de pesos.

Se trató de un Chuky, un arlequín, una momia, un zombi y un drácula los que ingresaron al segundo piso de la plaza ante la mirada de personal de seguridad, clientes y las cámaras de vigilancia. Ambos ilícitos se consumaron en menos de 50 segundos, por lo que se analiza la forma de operar de estos individuos.