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AMECAMECA, Méx.— El Estado de México es la entidad del país donde más hectáreas de árboles de Navidad se siembran y comercializan; este año autoridades y productores estiman que se venderán más de 290 mil ejemplares, que generarán una derrama económica superior a los 78 millones de pesos.

En territorio mexiquense se cosechan árboles de Navidad en una superficie de más de 4 mil 200 hectáreas, pero la intención es incrementar esa cantidad.

Amecameca, con 500 hectáreas, es el municipio del Estado de México donde más árboles de Navidad se siembran y cultivan.

El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, dijo que se incrementarán campañas de difusión y se coordinarán acciones con los ayuntamientos para que en las explanadas municipales se puedan vender los pinos y, a la vez, concluida la temporada navideña, se recolecten para elaborar composta y artesanías en Santa María Rayón.

“Por cada árbol que se corta se plantan tres más, de modo que está garantizada la producción y, sobre todo, la presencia de estos arbolitos de Navidad; en estos seis, ocho años, estos arbolitos permiten la recarga de mantos acuíferos, tienen una función muy importante ecológica. Nos permiten capturar carbono, que es muy importante, son verdaderos pulmones de la Ciudad de México, del Valle de México, del Valle de Toluca, para compensar por la contaminación que generan los vehículos”, indicó Eruviel Ávila, hace días.

Luciano Zárate, presidente de la Asociación de Silvicultores del Estado de México, dijo que de los 2 millones de árboles que se consumen en esta temporada, 50% es de producción nacional y el resto lo importan de Estados Unidos.

El líder de los productores pidió a las autoridades hacer un diagnóstico de las plantaciones para saber en qué condiciones se encuentran, porque hay plagas que dañan los sembradíos.

En la entidad se siembran tres especies de árboles de navidad: oyamel, zeudochuga y menziessei, que se comercializan en algunas cadenas departamentales.

Bosque de árboles

Aquí empieza la Navidad. Sí, en este lugar mágico para muchos comienza todo. Es la plantación de árboles navideños más grande del mundo.

Es el Bosque de los Árboles de Navidad, ubicado en el kilómetro 53.5 de la carretera México-Cuautla, en el municipio de Amecameca. Tiene una extensión de 550 hectáreas, en 200 de las cuales hay sembrados más de medio millón de pinos de Navidad.

En ese sitio ubicado a más de 2 mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar, cerca de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, no hay un solo tubo que conduzca agua para regar los plantíos. No existe infraestructura hidráulica y aún así es un proyecto forestal exitoso.

Al carecer de tuberías, lo que hacen los administradores del bosque es captar agua de lluvia en ollas que cubren con plástico para evitar que se evapore.

La olla más grande puede almacenar hasta 5 millones de litros de agua. Durante todo el año nunca falta el líquido para irrigar los sembradíos de árboles de Navidad.

A este sitio llegarán en los próximos días entre 30 a 35 mil familias a cortar su árbol que adornará su hogar en las fiestas de fin de año, como desde hace más de 30 años.

Actualmente son miles los que empiezan en esta zona boscosa sus fiestas decembrinas.

“La primera cosecha de árboles fue en los años 70. Con los recursos de la venta de árboles se plantan más árboles y crece más el bosque”, dijo Carlos Maurer, hijo de Ernesto Maurer, creador de lo que ahora es la plantación más extensa del orbe.

Han desarrollado una técnica que les permite cuidar las especies. Cuando se corta un árbol de Navidad, el árbol no se muere, retoña. El tronco sigue vivo y sigue dando árboles, cada ocho años sale otro del mismo tronco.

“No se mata al árbol, es lo mismo que cortar la rosa de un rosal y es como podarlo. Nadie mata aquí un árbol al cortarlo, por eso es tan grande el bosque”, explicó Carlos Maurer.

Hay medio millón de árboles de Navidad sembrados. Los más pequeños que pueden comprar los visitantes son de 50 centímetros y los más grandes de 3.5 metros. Todos cuestan 595 pesos, sin importar el tamaño.

En este espacio ya hay tres tipos de árboles que se pueden adquirir: el vikingo, que es el más popular por su tamaño y forma; el canadiense y lluvia de oro, que sólo se puede encontrar aquí.

En la plantación de árboles de Navidad más grande del mundo, en 2012 se comercializaron casi 20 mil. Este año, los administradores estiman que la cifra puede incrementarse a 35 mil, porque la carretera México- Cuautla se amplió a cuatro carriles y facilita la llegada de más visitantes.

En este bosque, aseguró Carlos Maurer, la idea no sólo es vender árboles.

“Logramos cambiar la ley forestal para que se entienda que cosechar árboles que fueron plantados para ser cosechados hace que haya más árboles en la república. No es que aquí se maten árboles para cortar un árbol de Navidad, al contrario, gracias a que las personas vienen y cortan su árbol es que este bosque existe”, dijo.

Si en el país se le diera la importancia que tienen los bosques, otra sería la situación, consideró Maurer.

“Nosotros estamos promoviendo que las autoridades entiendan y salven a México de la pobreza con los bosques. México tiene más del 40% de la diversidad forestal del mundo, deberíamos ser ricos nada más por nuestros bosques”, indicó.