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Familiares de los jóvenes desaparecidos en el bar Heaven decidieron no recoger los restos humanos hallados en una fosa clandestina en Edomex, y que, presuntamente son los de sus hijos, hasta no tener la certeza de que se trata de ellos.

Ayer, la Fiscalía Antisecuestros, ubicada en avenida Jardín, colonia Del Gas, citó a los padres de cada una de las víctimas para darles a conocer que la Procuraduría General de la República (PGR) entregó los cuerpos a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), luego de terminar los peritajes de ADN que indican que se trata de las 13 personas plagiadas en dicho bar de la Zona Rosa el pasado 26 de mayo.

La cita fue de forma personalizada y en diferentes horarios, indicó Victoria Barranco, mamá de Alan Omar Athiencia Barranco, a quien le tocaba ser atendida a las cinco de la tarde.

Sin embargo, los familiares acordaron ir todos a una misma reunión, la cual se realizaba hasta el cierre de esta edición, y donde dijeron que informarían a las autoridades que no recogerían los restos, sino hasta estar seguros de que se trata de sus hijos.

Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz, dijo que quieren les sean entregadas, de forma oficial, las fichas de identificación de cada joven.

Con ello, dijo, estarían en posibilidades de solicitar un segundo peritaje a especialistas extranjeros.

Lamentó que una vez más, ellas tuvieran que enterarse a través de los medios de comunicación, porque nadie les había informado sobre la entrega de los restos humanos a la PGJDF, la cual solicitó al Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) que por medio de su Instituto de Ciencias Forenses, resguarde y conserve los cuerpos que están desmembrados.

“Antes queríamos ver los cuerpos, pero cambiamos de opinión, queremos el resultado del ADN. De hecho habíamos quedado que primero nosotros y después ustedes se deberían enterar y todo se ha venido manejando así, por todos lados hay información menos para nosotros”, dijo.

El jueves los familiares de los desaparecidos dieron una conferencia para quejarse y consideraron una doble revictimización hacia ellos.