Heaven: entregan cuerpo de Monserrat
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La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) entregó anoche a sus familiares el cuerpo de Monserrat Loza Fernández, una de las víctimas del bar Heaven y cuyos restos fueron encontrados en una fosa clandestina en Tlalmanalco, Estado de México.
Sus familiares aceptaron la identificación pericial que realizó la Procuraduría General de la República (PGR), y tras presentar documentos personales de la joven así como dos testigos de identidad, recogieron los restos del Instituto de Ciencias Forenses dependiente del Tribunal Superior de Justicia del DF.
Montserrat Loza vivía en la colonia Moctezuma Primera Sección, tenía una lavandería y era madre de dos niños de siete y nueve años.
Su tía, Beatriz Loza, fue de los pocos familiares que el viernes pasado aceptó ver las fotografías de los presuntos restos de su sobrina.
El padre de Alan Francisco Menchaca Bazán, la víctima numero 13, también inició el trámite para recuperar los restos de su hijo.
Autoridades de la PGJDF indicaron que sólo le falta presentar el acta de nacimiento de su hijo y llevar dos testigos de identidad.
Cuando culmine estas diligencias, lo cual se prevé ocurra en las próximas horas, los restos de su hijo le será entregado para que lo sepulte.
Por su desaparición no existía averiguación previa ya que su padre vive en Jalisco y no tenía contacto con su hijo quien vivía solo en la colonia Guerrero, en el DF.
En la PGJDF indicaron que, hasta el momento, Menchaca Bazán es considerado víctima, pues no se cuenta con evidencia de que haya participado en el secuestro de los 12 jóvenes en el bar Heaven, aunque ahora se sabe que desapareció el mismo 26 de mayo, pero en un sitio distinto al antro de Lancaster.
En el Instituto de Ciencias Forenses, dependiente del TSJDF, permanecen los cuerpos de Jerzy Ortiz, Saíd Sánchez, Gabriela Téllez, Jennifer Robles, Rafael Rojas, Aarón y Josué Piedra, Gabriela Ruiz, Eulogio Fonseca, Guadalupe Karen Morales y Alan Omar Athiencia Barranco.
Sus familiares insisten en que no recibirán sus restos hasta que peritos extranjeros corroboren que corresponden a los de sus hijos.