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A Jesús Tomás "N", de 42 años, se le marcó el alto a las 3:40 de la madrugada en el punto 12 del alcoholímetro, en ese momento situado en la delegación Iztapalapa.

Como el hombre estaba visiblemente afectado por el consumo de bebidas embriagantes, los agentes pidieron que se sometiera a la prueba. El sujeto dio positivo y se sumó a las 42 personas que pasaron Nochebuena en el “Torito”.

Lo subieron a una patrulla, en la cual comenzó a presentar presuntos síntomas de un infarto. Se tocó el pecho y empezó a gritar que se sentía mal, que ya iba a morir.

Al pensar que efectivamente se trataba de una enfermedad, los policías solicitaron la intervención de los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quienes de inmediato lo revisaron.

Comenzó a gritar a los elementos: “Les encargo a mi hijo, llévenme a mi casa para despedirme”. De pronto, según testigos, besó en la mejilla a un uniformado.

Los paramédicos concluyeron que el hombre estaba bien de salud y sólo estaba fingiendo para evitar su llegada a el “Torito”, finalmente fue trasladado al centro en una ambulancia.

Los hechos ocurrieron en el Eje 5 Sur y calle 26 de Enero de 1857, colonia Tercera Sección de Leyes de Reforma, en Iztapalapa.

Durante la noche de este martes y primeras horas del miércoles 42 personas fueron enviadas al Centro de Sanciones Administrativas, mejor conocido como “Torito”, luego de dar positivo a las pruebas de alcoholemia.

La Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF) detalló que 35 fueron automovilistas particulares y siete de transporte público, o bien, de camiones de carga.