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“El principal problema eran las cantinas”, expresó Jesusa, vecina del Nuevo Tepito, un corredor ahora desmantelado de puestos ambulantes y antros clandestinos en la calle Luis G. Cervantes en el pueblo de Santa Martha Acatitla, delegación Iztapalapa.

Venta de droga, prostitución, golpizas, y ruido excesivo eran los problemas generados por los bares, dijo Jesusa, quien prefirió resguardar su identidad. Los establecimientos, sin ningún rótulo o distintivo del giro en la fachada, fueron suspendidos la madrugada del jueves.

“Allá se sabe que había venta de droga”. Jesusa se refiere al extremo de la calle más cercano a calzada Ermita Iztapalapa.

Norberto, uno de los comerciantes, dijo que su gremio se dedica a trabajar, sin embargo “automáticamente” el corredor absorbió la mala fama de otras riñas como el incendio a un vehículo y el asesinato de un joven ocurridos hace unos años en las inmediaciones del tianguis.

Jesusa, con cerca de 40 años de vivir en la zona, dice que la gente prefiere evitar el tramo de noche “porque los rateros se esconden en los puestos”.