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Con el reacomodo del cerco de seguridad, reclamos por la presencia de la policía y protestas de vecinos por proyectos de obras detenidos, ayer, el gobierno del Distrito Federal (GDF) inauguró la edición 13 de la Feria Internacional del Libro en la plancha del Zócalo capitalino.

En medio de la reapertura parcial del circuito vial que rodea la Plaza de la Constitución, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera encabezó la ceremonia de inauguración.

Durante la presentación de los asistentes, un joven que no proporcionó su nombre, le gritó a Mancera su molestia por la presencia de policías en el Zócalo.

Su acompañante comentó en entrevista posterior que le gritaron porque “hay más policías que personas y libros”.

La ceremonia siguió y cuando la titular de Cultura local, Lucía García Noriega, inició su discurso, un grupo de vecinos de San Juan de Aragón, Gustavo A. Madero, protestaron con pancartas para exigir que se construya la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) en la zona.

Según asistentes al evento, los protestantes fueron llevados por la diputada federal del PRD, Claudia Elena Águila.

El secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, se acercó con los inconformes y les ofreció recibirlos ayer mismo por la tarde.

Al final, Mancera destacó en su discurso la presencia de varios escritores, como Paco Ignacio Taibo II.

El cerco de seguridad en el Zócalo capitalino se reajustó. La Policía Federal se retiró de dos costados de la plancha donde estaban desde el pasado 13 de septiembre y algunas vallas metálicas fueron quitadas. La SSPDF informó que, a partir de ayer, 800 policías resguardan la FIL y que ya se abrieron a la circulación vial y peatonal distintas calles.

Mancera dijo que espera que la CNTE desista de regresar al Zócalo capitalino.