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El gobierno del Distrito Federal (GDF) apuesta por la creación de cuatro centros especializados para convertir la basura en energía eléctrica, y de esta forma deje de enviarse a los rellenos sanitarios del Estado de México y Morelos.

El gobierno de Miguel Ángel Mancera rediseñó, en coinversión con la iniciativa privada, la estrategia para el tratamiento y disposición final de la basura.

El nuevo plan retoma conceptos que se presentaron en la pasada administración capitalina, con los llamados CIRE (Centros Integrales de Reciclaje y Energía), los cuales no se concretaron.

De las 12 mil 600 toneladas diarias de basura que hoy se generan en el DF, se pretende que en 2018 todo sea aprovechado al 100% mediante tres procesos: biodigestión con residuos orgánicos, la valorización energética de inorgánicos —de estos dos se pretende obtener energía eléctrica— y la transformación de residuos inorgánicos en combustible o material de construcción.

La energía eléctrica que se produzca se venderá al propio gobierno del Distrito Federal, mediante un esquema de autoconsumo, con tarifas más bajas. Cálculos del gobierno señalan que se produciría un 25% de la electricidad que consume la administración capitalina.

El mandatario capitalino afirmó que la idea es cambiar la forma de tratar y administrar la basura para que, a mediano plazo, en 2018, todos los residuos sólidos se aprovechen al 100%.

Precisó que se trabaja en los procesos de licitación y en la elección de los sitios donde se establecerán los centros. Además, fijó que para finales de 2014 se contará con la infraestructura para cambiar el proceso de la basura en el DF.

La inversión estimada para el proyecto actual es de al menos 100 millones de euros.

Comentó que esta estrategia la compartirá ante la recién creada Comisión Ambiental de la Megalópolis, que dicta las acciones ambientales en el Valle de México.

El Plan Integral de Manejo de Residuos Sólidos 2013-2018 comprende que no habrá cambios en la recolección diferenciada de la basura orgánica e inorgánica por parte de los camiones recolectores, pero sí habrá diferencia al momento de trasladarla y su disposición final.

Actualmente, los camiones la llevan a 13 estaciones de transferencia y de ahí, la basura que no es procesada en la planta de composta del Bordo Poniente, se va a los cinco rellenos sanitarios del Estado de México y Morelos.

La apuesta del gobierno de Mancera es que en lugar de ir a las estaciones de transferencia, la basura orgánica vaya a una planta de biodigestores, para ser procesada y ahí convertida en composta, fertilizante líquido o electricidad.

Otra alternativa será un Centro Regional de Valoración Energética para que los residuos inorgánicos, mediante procesos térmicos, sean convertidos en electricidad.

Con estas medidas, ya no habría necesidad de trasladar los residuos a los rellenos sanitarios del Estado de México, que cada día significan al menos 300 pesos por tonelada de basura que se saca de la ciudad.

El director General de Servicios Urbanos del DF, Rodrigo Atilano, precisó que la meta es que para 2018 ya no se utilicen los rellenos sanitarios y se aprovechen los residuos sólidos, bajo el concepto “Basura Cero”.