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A una cuadra de la Plaza de la República, sobre la calle Jesús María Iglesias, destaca un edificio blanco con ventanas enmarcadas por cortinas en el mismo tono y algunas macetas con flores.

De entre el bullicio de los empleados de la zona y las camionetas que descargan cajas en las oficinas y edificios que le rodean, se puede observar un escudo que deja atrás la imagen de la casona e invita a los paladares a disfrutar de la cocina española.

Con más de 20 años en la zona, el Mesón Puerto Chico se ha ganado la credibilidad y el gusto de sus clientes, con las especialidades de la casa: pescados, mariscos y asados; elaborados con productos importados.

Sin embargo, desde el 13 de septiembre cuando se instalaron las casas de campaña de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la Plaza de la República, las mesas vacías han imperado.

Iliana Urban, una de las socias del restaurante, comenta que entre sus principales clientes están empresarios y políticos, por lo que ante el cierre de vialidades y las condiciones de inseguridad de la zona, han preferido alejarse.

Ahora recurren a llamadas telefónicas y correos electrónicos para tratar de convencer a los comensales de que visiten el restaurante, además se les informa que a pesar del plantón, el acceso está libre.

También han optado por pagar publicidad en diversos medios, sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes para recuperar las pérdidas económicas en la zona.

La socia del restaurante asegura que de los 40 empleados con que cuentan, se mantienen en la plantilla y no han tenido que despedir a ninguno de ellos, pues lo que buscan es garantizar las fuentes de empleo, aunque sí han tenido que adelantar sus vacaciones y modificar sus roles de descanso.

Por el momento, el bar y los salones del establecimiento se mantienen abiertos, a pesar de que son pocos quienes optan por disfrutar del sazón.

El restaurante es uno de los establecimientos de la colonia Tabacalera que han registrado caídas de ventas hasta en 80%, después de más de 40 días de plantón, y que se unió al cierre parcial que realizaron alrededor de 50 negocios de la zona, para exigir a las autoridades la reubicación del campamento.