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Antes de ser asesinado, Enrique le dio una bofetada a un hombre que intentó robarle los mil 700 pesos de la venta de cilindros de gas. En respuesta, el delincuente disparó contra el trabajador.

Eran las 12:20 horas del día de ayer cuando Enrique se percató de que dos sujetos, a bordo de una motoneta, seguían el camión que él conducía.

La víctima alertó a su compañero de trabajo y le pidió que escondiera el dinero de la venta debajo del asiento. El copiloto obedeció las órdenes del chofer.

Así, perseguidos por los asaltantes, los vendedores de gas recorrieron las calles de la colonia Luis Echeverría, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Pero al llegar a la calle Sinaloa el camión debió parar.

Ahí, frente al domicilio 26, los hombres debían surtir de tanques de gas a sus clientes.

Mientras el copiloto tocaba a la puerta del domicilio, Enrique vigilaba a los dos sujetos que descendían de la motoneta.

Los enfrentó

Sentado frente al volante del camión de gas, Enrique los enfrentó. Después de recibir la orden de entregar el dinero, la víctima bajó del vehículo y dio una bofetada a uno de los delincuentes.

El sujeto sacó una pistola y disparó al abdomen de su víctima. Tras el homicidio, los dos asaltantes huyeron del lugar.

Debajo del asiento quedaron los mil 700 pesos de las ventas del día de Enrique. El sobreviviente pidió auxilio de los residentes del lugar, quienes llamaron vía telefónica a los paramédicos.

A su llegada, el vendedor de gas ya había muerto. Los habitantes del lugar señalan a una banda llamada Los hijos del Chale como los responsables del homicidio del repartidor del combustible.