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El llanto de una bebé abandonada en el interior de una iglesia fue confundido con una manifestación divina durante la mañana de ayer. Y es que cuando Susana Martínez, de 48 años de edad, se preparaba para celebrar una misa, en un templo de la delegación Gustavo A. Madero, escuchó los gritos de una menor.

Se trataba de una recién nacida que fue abandonada en el interior de la iglesia de San Judas Tadeo, en la colonia Caputitlán.

A las 9:00 de la mañana de ayer la catequista se encontraba en el santuario localizado en la avenida Instituto Politécnico Nacional esquina con Poniente 116 realizando las labores necesarias para una celebración religiosa.

De pronto, escuchó a los lejos el llanto de un bebé, pero ella se imaginó que se trataba de una cuestión divina, pues a esa hora el recinto se encontraba vacío, y continuó con sus labores normales.

Tiempo después volvió a escuchar los gritos con mayor intensidad. Susana dejó sus actividades y recorrió el recinto para ver de dónde provenía el llanto.

Una patrulla de la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) acudió al sitio. Una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) valoró a la pequeña. Tras un breve examen los paramédicos dijeron que tenía al menos 36 horas de vida.

La menor fue canalizada al Hospital Infantil de la Villa, donde se levantó una denuncia ante el Agente del Ministerio Público por abandono de infante.