Crónica Sólo dijeron hasta aquí el servicio y nos bajaron
ENOJO. El bloqueo de maestros frente a instalaciones de una televisora entre avenida Chapultepec y Balderas ocasionó que cientos de capitalinos tuvieran que ser desalojados de las unidades del Metrobús de la Línea 3 . (Foto: YADÍN XOLALPA EL UNIVERSAL )
geovana.royacelli@eluniversal.com.mx
A correr y andar de prisa, era la característica de quienes tuvieron que bajar del Metrobús sin haber llegado a su destino. La causa, una manifestación de aproximadamente tres mil quinientos integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que bloqueó, por más de cuatro horas, la avenida Chapultepec, justo en frente de las instalaciones de una conocida televisora.
Sin aviso y de pronto, Andrés, un pasajero cotidiano del Metrobús, fue informado “hasta aquí el servicio”, justo en la estación Cuauhtémoc de la Línea 3 que corre de Etiopia a Tenayuca.
A partir de ahí los camiones daban vuelta y regresaban a Etiopía, lo mismo ocurría en la estación Balderas, donde los camiones tenían que regresar pues los manifestantes bloqueaban el paso.
Andrés tuvo que descender, no le dijeron por qué y “los del Metrobús no informaron nada”, cuenta el joven. “Hubo quienes se molestaron (de los pasajeros) incluso dijeron que no se bajarían pues habían abordado tan sólo una estación antes y nadie les avisó que el servicio se interrumpía en la otra.
“Uno de ellos (de los inconformes) fue bajado a empujones por un policía de estación”, cuenta.
De ahí había que caminar hasta la siguiente estación, que es Balderas, o en su caso tomar el Metro, los capitalinos no tenían otra opción para llegar a sus destinos.
Molestia de pasajeros
Lizeth y sus dos hijos cargaban a cuestas las mochilas repletas de útiles escolares, bajo el sol tuvieron que caminar hasta llegar a la estación Balderas para retomar su camino rumbo a la última estación.
Al llegar exigieron pasar sin tener que pagar el pasaje. “Nosotros ya pagamos, nos bajaron en Cuauhtémoc, y no vamos a volver a pagar”, dijo la madre de familia al policía que resguardaba la entrada a la estación y quien a veces lidiaba con los usuarios que se quejaban del bloqueo magisterial.
“No se vale, no sé por qué se están manifestando, cómo si fueran a ganar algo, se afecta todo, el tránsito, el transporte, todo. Fui por ellos a la escuela y para más rápido tomé el Metrobús y mira”, dijo con desánimo la mujer mientras sus hijos caminaban cansados.
Sin examen y con estrés
Para Wendolyn, una joven estudiante, la marcha de los maestros sólo le dejó “más estrés”.
Descendió de la estación Balderas, volteó para todos lados, sus ojos veían sólo gente, mucha gente, sus oídos escuchaban las protestas del magisterio coreando a Zapata y su lucha.
“De norte a sur, de este a oeste, seguiremos esta lucha cueste lo que cueste”, gritaban una y otra vez los integrantes del magisterio. También decían a grito abierto que “protestar también es educar”.
Aún con sus consignas Wendolyn no entendía nada. Ella sólo quería llegar a ese examen de inglés que tenía en la universidad, al que iba con mucho tiempo, antes, claro de que una voz le informara “hasta aquí llega el servicio”.
La jovencita preguntó a un policía hacia donde tenía que ir, tras recibir la instrucción, sólo atinó a mover la cabeza con desaprobación, y caminar.
“Tengo que ir a hacer mi examen y ya es tarde, estas manifestaciones están mal”, dijo angustiada y se fue a prisa.
Margarita y su hija, resignadas, tuvieron que caminar.
Tenían una cita a las cuatro de la tarde, “y no sabemos si vamos a llegar”, dijo Margarita quien opinó: “A mi no me parece que se manifiesten, que ya se pongan a trabajar; pobres niños, está tan deficiente todo y luego con este atraso...” preguntó la mujer y siguió caminando.
Voces a favor
A Genoveba García, maestra de profesión, no le afectó la marcha de sus compañeros.
“Primero tenemos que luchar por la educación con respeto”, dijo y aseguro que “el gobierno cuando hay elecciones pide que voten y cuando ya ganaron dicen que no pasa nada (...) no hay planes de estudio, no hay material para los profesores y somos nosotros quienes tenemos que pagar de nuestros recursos. Que bueno que están ahí luchando”, afirmó la profesora.