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Con el agua hasta las rodillas, José Antonio Cortés Ochoa, bombero de 58 años de edad, informa: “Vamos a sacar a tres personas más”.

El hombre jala el lazo atado a una lancha y ayuda a bajar a las personas. Da vuelta rápidamente y regresa por otras familias atrapadas en la colonia Reforma, en Nezahualcóyotl, donde el agua alcanzó hasta un metro de altura.

Bomberos y policías de este municipio rescataron a familias atrapadas en sus viviendas por la inundación.

Sin equipo especializado, los “tragahumo” y policías entraron al agua y recorrieron las calles. Los afectados subían a las lanchas y ellos las jalaban con un lazo, con riesgo de caer en alguna de las coladeras destapadas.

Cortés Ochoa rescató a unas 50 personas de la colonia Reforma. “Están tranquilas, lo que quieren es salir de la inundación. Es bastante cansado andar en el agua”, menciona.

Los policías municipales terminaron su turno laboral, pero les pidieron apoyar a las familias afectadas por las inundaciones.

“De veras da dolor ver a la gente cómo llora”, narra una mujer policía, con el uniforme mojado. Y agrega que muchas familias no salieron de sus casas por temor a perder sus pertenencias.

Las 20 lanchas utilizadas para rescatar a los afectados fueron prestadas por el Parque del Pueblo.

“Nos obligan a trabajar aquí sin equipo, tenemos 24 horas sin dormir y si faltamos por estar enfermos nos arrestan”, relata un policía que recorre las calles para ayudar a los afectados.