Historia. "No somos fríos, sino científicos"
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Por sus manos han pasado más de 5 mil cadáveres. Después de 38 años de carrera, José Luis ha logrado determinar la muerte de miles de personas apuñaladas, baleadas, muertas por choques automovilísticos y un sinfín de causas.
Él es médico legal del Instituto de Ciencias Forenses del Distrito Federal y encargado del anfiteatro y el área de Patología.
A sus 59 años, ha experimentado y observado todo tipo de atrocidades de las que son capaces los seres humanos. El caso que más recuerda es un cuerpo que recibió hace más de cinco años de un hombre apuñalado 144 veces.
“Era una persona que tenía relaciones homosexuales y al parece su pareja le asestó tantas cuchilladas. Es uno de los casos que más me impactó”, recuerda.
Pese a estar tan cerca de la muerte, asegura que le gusta su trabajo; nunca le ha temido. “Hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos”, bromea.
“El trabajo que realizamos aquí es científico, no es que seamos personas frías, pero más que ver una víctima vemos un cuerpo al que hay que determinarle la causa de muerte”, explica.
Egresado de la UNAM, José Luis Dorantes Ramírez eligió esta carrera por su gusto por la medicina, luego se especializó en el área forense, también conocida como legal.
A pesar de su profesionalismo, también ha temido toparse con el cuerpo de algún familiar o conocido. “Cuando llegan los cuerpos y se parecen a alguien (conocido) hasta le hablo para saber si está bien”, dice.
Según la literatura médica, explica, todas las personas tenemos un gemelo en cuanto a rasgos físicos, por eso a veces se ha confundido con personas que sus características se asemejan mucho a un ser querido.
Su acercamiento con la muerte no la ve como eso. Él se enfoca más en las evidencias de la ciencia, que le permitirán sostener lo que él plasma en los dictámenes, mismos que ayudarán, incluso, a resolver homicidios, tarea de la cual se siente orgulloso.