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Historia “Ni agua nos han ofrecido y todo se echó a perder”

Emilio Fernández Corresponsal| El Universal
Lunes 09 de septiembre de 2013
<b> Historia </b>Ni agua nos han ofrecido y todo se ech a perder

PÉRDIDAS. Justino ha permanecido en contacto con la suciedad desde el viernes; no sabe si ya contrajo algún hongo. Ninguna autoridad ha llegado a su puerta para ayudarlo. (Foto: JUAN MANUEL BARRERA EL UNIVERSAL )


emilio.fernandez@eluniversal.com.mx  

NEZAHUALCÓYOTL, Méx.— Los tres hijos de Justino Sandoval no han llegado a su casa desde el viernes.

La lluvia que se registró hace 48 horas les impidió dormir en su cama de la colonia Reforma.

No han visto aún que su vivienda, ubicada en la calle 19 de esta colonia, continuaba anegada por las aguas negras este domingo.

Justino, su esposa y su suegra han tratado de sacar las aguas residuales que anegaron todos los rincones de esa área de Nezahualcóyotl.

Ver sus pertenencias flotar les ha quitado el hambre y han dormido poco en los últimos tres días.

A su casa nadie se ha venido a parar. “Ni agua nos han ofrecido, no podemos comer, todo se echó a perder, no tenemos nada”, contó.

Su familia responsabiliza de lo ocurrido a las autoridades de los tres niveles de gobierno porque no han hecho algo determinante para evitar que se inunden cada temporada de lluvias.

Justino ha estado bajo las aguas negras sin protección. Su ropa y zapatos están mojados y no sabe si ya contrajo alguna bacteria u hongo por estar en permanente contacto con la suciedad.

Tiene dos vehículos que no saben si sirven o no. “Apenas le hablé al seguro para reportar los dos carros, pero no pueden venir a verlos porque sigue inundada la calle donde vivo”.

En su calle lo único que puede moverse sin problemas son las lanchas de la Policía Municipal, en las que transportan a algunos de los vecinos que salen a comprar víveres a las calles secas.

A la casa de Justino aún no han llegado las brigadas de salud, ni alguna otra ayuda.

El agua que han tomado la tuvieron que salir a comprar a la tienda, pero tuvieron que hacerlo caminando bajo las aguas negras.

Sin ayuda oficial

A Ericka Almanza se le acabó la paciencia. Esperó horas la ayuda de las autoridades para que sacaran el agua de su casa y como no llegaron, obligó a policías municipales a que la auxiliaran.

Antes del mediodía de este domingo, tres de los uniformados, sin equipo adecuado para esas contingencias, entraron a su casa para tratar de desalojar el líquido proveniente del drenaje.

A esa hora, los muebles de Ericka flotaban sobre las pestilentes aguas residuales que se combinaron con el agua de lluvia del viernes.

El viernes en su vivienda sólo se encontraba su madre y su padre, quien está en silla de ruedas.

“Por fortuna estaban en la parte superior de la casa, si no mi madre no hubiera podido cargar a mi papá”.

Ericka está enojada porque, aseguró, no han recibido la ayuda suficiente por parte de las autoridades.

“Según estaban haciendo una obra aquí atrás por la inundación de la otra vez, pero no sirvió de nada”, denunció la vecina.

Hace un año también se inundaron, pero no fueron tan severos los daños.

“Estamos enojados con las autoridades porque no nos ayudan y no garantizan que ya no nos volveremos a inundar otra vez”, expresó.

Ericka, sus padres y su esposo no han recibido atención médica. No saben cuáles serán las consecuencias de estar más de 40 horas bajo las aguas negras.



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