aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Historia “Mi mamá quiso pagar y ya no la dejaron”

El Universal
Domingo 13 de octubre de 2013
<b>Historia </b>Mi mam quiso pagar y ya no la dejaron

INFRACCIÓN. Azucena se encuentra en la cárcel por robar ropa de bebé. (Foto: )


Azucena empezó con el robo de “una charola de carne y una botella de aceite”; lo hizo varias veces, durante cinco meses. Sin embargo, la detuvieron cuando decidió tomar champú y unas cremas. Todo esto en un Aurrerá Express de la calle Allende, en la colonia Guerrero.

Esos no fueron sus únicos robos, también lo intentó dos veces en Suburbia, el de Buenavista y el de Lázaro Cárdenas. En el primero, tomó sin pagar unas calcetas, ropa interior y chazarillas; en el segundo, ropa de bebé.

La primera ocasión que la presentaron ante las autoridades, su mamá la ayudó a salir al pagar una fianza de 8 mil pesos.

Azucena comenzó a ir a firmar cada mes, pero sólo lo hizo dos veces. Su esposo también estaba recluido, en ese mismo momento (actualmente ya se encuentra libre), por robo a transeúnte.

“Vengo (a la cárcel) por (robar) ropa de bebé. Una vez llegando una unidad de patrulleros ya no te dejan ir. Mi mamá les decía que les pagaba la mercancía, y le dijeron que no”, comentó la mujer de 31 años de edad.

Azucena estudió hasta el segundo año de secundaria. Tiene cuatro hijos, una de ellas, la bebé, crece en un espacio del penal de Santa Martha Acatitla, donde su mamá cumple una sentencia de un año, cinco meses, 10 días, por los hurtos en las tres tiendas de Grupo Wal-Mart.

“Hay veces que entra culpa, porque si no lo hubiera hecho no pasaríamos esta situación. ¿Qué podía pasar si mi bebé ocupaba ropa de otro bebé? Me salgo, y trato de pensar positivo, y le digo: debo estar bien por ti”, expresó con lágrimas en los ojos.

Mientras tanto, su esposo es quien se hace cargo de su familia. Mantiene a sus otros hijos con un empleo de cadenero en un bar de la Zona Rosa y además cuida y lava automóviles en las calles durante los fines de semana.

Ahora, las historias se repiten. Azucena cuenta que su hijo de 11 años tomó sin pagar un pan en una tienda de abarrotes de la colonia donde viven.

“Mi esposo lo regañó y le pegó feo. Ahí es cuando trato de hablar con ellos, y les digo que me perdonen por lo que hice”, menciona.



comentarios
0