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Rosario Franco García, tiene 78 años y vive en el Andador Macedonio Romero, manzana 8, Condominio 3, en la colonia La Colmena, delegación Iztapalapa. Tanto ella como sus familiares continúan limpiando su hogar luego de la inundación que ocurrió el pasado viernes.

“Comenzó a llover como a las 4 de la tarde, pasaron como 10 minutos y ya estábamos inundados, aunque dejó de llover hasta como las 6 de la tarde”, recordó Rosario.

Sus yernos y nietos sacaron los muebles a su patio y a la calle para lavarlos, “otros los tuvimos que tirar, porque apestaban y se nos echaron a perder”, indicaron.

Rosario comentó que lo del viernes pasado jamás había ocurrido en la colonia, “el agua nos llegaba arriba de las rodillas, fue horrible, es algo que no se lo deseo a nadie”.

En la planta baja de la casa 3B3 aún se perciben restos de agua sucia, misma que tratan de limpiar con jergas.

En el patio lavan algunos aparatos y muebles, el refrigerador aún tiene lodo dentro de sus contenedores, “cuando lo abrimos para sacar el agua, el olor era insoportable, tuvimos que tirar toda la comida”, comentó Toño, el yerno de Rosario.

Como un río

La marca de humedad en las paredes de la casa miden alrededor de 60 centímetros, “ese día, el agua entró como si fuera río, entró por todas partes”, dijo Rosario.

Otros familiares señalaron que la casa se inundó de agua sucia, “de las coladeras y excusados salían ramas, bolsas de frituras, cáscaras de limones, pañales desechables”.

“Me paré desde el segundo escalón para tratar de sacar el agua, pero no podía, la cocina se me inundó y toda la comida se nos amoló”, agregó.

También se mojaron con aguas negras actas de nacimiento, recibos de luz, agua, y otros documentos. La familia recordó que el viernes llegaron los bomberos, “destaparon el registro del drenaje del patio, pero no quedó bien, pues el agua seguía saliendo de las coladeras”.

Dijeron que personal de Desarrollo Social y de Protección Civil de la delegación “pasaron a visitarnos para saber cómo estaba la casa y verificar los daños”.

Ni Rosario ni sus familiares pidieron apoyo a la delegación, tampoco han visitado los albergues que el gobierno delegacional puso a disposición de los damnificados.

“El sábado pasaron a decirnos que darían atención médica, pero no nos revisaron, sólo nos avisaron”, dijo.